lunes, 19 de enero de 2015

DEJAR IR LOS SENTIMIENTOS NEGATIVOS

Dejar ir los sentimientos negativos
Texto del libro "El Camino de la Entrega", de DAVID R HAWKINS, página 39

Las emociones son un puente entre el mundo físico y el espiritual.
Cuando nos permitimos sentir sucede el Despertar de nuestro verdadero Ser.

 El corolario al dejar ir los sentimientos negativos es dejar de resistir los positivos.

Todo en el universo tiene su opuesto; por lo tanto, en la mente, cada sentimiento negativo tiene su contrapartida entre la pequeñez y la grandeza, seamos constantemente conscientes de su existencia en un momento dado o no.

Un buen ejercicio y muy esclarecedor es sentarse y observar la sensación directamente opuesta a la negativa que estamos viviendo y empezar a dejar de resistirnos a ella.
Digamos, por ejemplo, que el cumpleaños de un amigo se acerca y nos sentimos resentidos y mezquinos; por lo tanto, nos parece que no deberíamos salir a comprar un regalo, y el día se acerca.
Los sentimientos exactamente opuestos son los del perdón y generosidad.
Solo empezamos a buscar los sentimientos de perdón en nosotros mismos y dejamos de resistirlos.

Al mantenernos en el dejar ir de nuestra resistencia a perdonar a la persona, a menudo
es sorprendente que vienen en oleadas.
Empezaremos a reconocer que parte de nuestra naturaleza siempre ha tenido la voluntad de perdonar y quiere hacerlo, pero no nos atrevimos a correr el riesgo.
Pensamos que parecería una tontería.
Pensamos que estábamos castigando a la otra persona manteniendo el  resentimiento, pero en realidad hemos estado suprimiendo el amor.
En un principio, podemos no sentir esto consciente y específicamente en relación a nuestro amigo, pero empezaremos a notar que tenemos este aspecto en nuestra personalidad.

A medida que seguimos entregando nuestra resistencia a amar, nos daremos cuenta
de que dentro de nosotros hay algo que quiere expresarse a través del compartir y el
dar, dejando ir el pasado y enterrando el hacha de guerra.
Hay un deseo de hacer un gesto amistoso; queremos curar la separación, reparar la herida, corregir el error, expresar gratitud, y tener una oportunidad para hacer lo que pensaste que era una tontería.

El propósito de este ejercicio es encontrar en nosotros lo que sólo puede describirse como la grandeza.
La grandeza es el coraje para superar los obstáculos.
Es la voluntad de pasar al nivel más elevado del amor.
Es la aceptación de la humanidad de los demás y tener compasión por su sufrimiento al ponernos nosotros mismos sus zapatos.
Del perdonar a los demás proviene nuestro perdón y alivio de la culpa.
La verdadera recompensa que obtenemos es la de desprendemos de nuestra negatividad y elegir ser cariñosos; somos los únicos que se benefician.
Somos los únicos que ganamos la verdadera recompensa.

Con este incremento de la consciencia de quiénes realmente somos viene la progresiva invulnerabilidad al dolor.
Una vez que compasivamente aceptamos nuestra humanidad y la de los demás, ya no estamos sujetos a la humillación, la verdadera humildad es parte de la grandeza.
Del reconocimiento de quiénes somos en realidad proviene el deseo de buscar lo que es edificante. De él surge un nuevo significado y contexto de la vida.

Cuando ese vacío interior, debido a la falta de autoestima, es reemplazado por el verdadero amor propio, autoestima y respeto, ya no tenemos que buscarla en el mundo, porque la fuente de la felicidad está en nosotros mismos. 
Y caemos en la cuenta de que no puede ser suministrada de ningún modo por el mundo. Ninguna riqueza puede compensar una sensación de pobreza interior.
Todos sabemos de muchos multimillonarios que tratan de compensar su sensación interior de vacío y falta de valor interior.

Una vez que hemos contactado con este Ser interior, esta grandeza interior, esta plenitud interior, alegría y verdadera sensación de felicidad, hemos trascendido el mundo. 
El mundo es ahora un lugar para disfrutar, y ya no estamos tomando partido por el.
Ya no estamos en su efecto.

Al utilizar estas técnicas de renunciar a lo negativo y entregar la resistencia de lo positivo, más pronto o más tarde nos encontramos en una repentina y completa consciencia de nuestra verdadera dimensión.
Una vez que esto se ha experimentado, nunca será olvidado.
El mundo nunca nos intimidará de nuevo como una vez lo hizo. Es posible que continuemos acatando las formas del mundo por puro hábito, pero el instinto interior, la vulnerabilidad interior, y la duda interior se han ido ahora.
Externamente, el comportamiento puede parecer el mismo, pero, internamente, las causas para ello son ahora totalmente diferentes.

El resultado final de manejar conscientemente las emociones es la invulnerabilidad y la
imperturbabilidad.
Nuestra naturaleza interior está ahora a prueba de balas.
Somos capaces de ir por la vida con equilibrio y gracia.

Una técnica efectiva para SOLTAR EMOCIONES es la de "la carta",

Aunque se refiere originalmente a una relación de pareja, también es aplicable a cualquier vínculo que haya sufrido daños: familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, enemigos, desconocidos, etc, y más allá que estén hoy vivos o muertos.

Si has terminado una mala relación y todavía no lo has superado, puedes usar esta técnica de "la carta" para liberarte emocionalmente de la situación conflictiva. Es muy eficaz y liberadora.

Lo primero que tienes que hacer es sentarte y escribirle una carta a la persona en cuestión. 
Escribe a mano, de tu puño y letra, diciéndole a esa persona todo lo que callaste, ya sea positivo y/o negativo, sin reprimir nada, aun si surge algún insulto.

-Dirigida a … (nombre y Apellidos)

-Yo… (Tu nombre y Apellidos)

-TEXTO… (puedes hacerlo lo corto o largo que desees)

Ten en cuenta el hacerte cargo de tu parte en esta relación, es decir, que fuiste tu quien eligió relacionarte.
Si sientes que es necesario, pide perdón y/o expresa el perdón al otro por lo ocurrido (resulta efectivo especificar estas cuestiones)
Termina la carta deseándole todo lo mejor al/la destinatario de la misma.

También puedes despedirte con la técnica del Ho'Oponopono de esta manera: 
Lo siento, Perdóname, te Amo, Gracias.
TE LIBERO, AHORA y PARA SIEMPRE.
Por último, firmas la carta, y puedes, por ejemplo, quemarla y esparcir las cenizas en una plantera, o plantar sobre ellas una linda plantita; en fin, déjate guiar por tu corazón para resolverlo como mejor lo percibas tu. 
Dejar ir los sentimientos de rencor y odio y abrirte al perdón es una decisión personal que solo tu podrás tomar. Todos nos equivocamos, y así es como podemos aprender, crecer y evolucionar. 
Con el acto de perdonar se pone en marcha el proceso de borrar todo residuo acumulado de culpabilidad, odio y rencor que engendra sentimientos negativos en nuestro subconsciente.
La práctica regular de perdonar y perdonar-nos consciente y voluntariamente, nos vuelve más humanos, más calmos, amables y optimistas.
El perdón es la llave que nos abrirá el reino de la paz interior, que es lo más deseamos!

Así sea! te deseamos lo mejor!


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