viernes, 13 de marzo de 2015

CÓMO SANAR EL DOLOR QUE AFLORA DESDE EL SUBCONSCIENTE

¿CÓMO SANAR EL DOLOR QUE AFLORA DESDE EL SUBCONSCIENTE?


Cuando tenemos un dolor que permanece en estado latente (dormido) en la profundidad de nuestro subconsciente, la vida nos pondrá delante una situación o una persona con la finalidad de que el dolor aflore a la superficie.

Mientras el dolor está en el subconsciente, dormido, no sentimos dolor, y por tanto, no sabemos que está ahí. 

Cuando aflora a la superficie, entonces es cuando sentimos dolor y sufrimiento. El dolor se ha "despertado" y nos avisa de que está en nuestro interior. Esto es una oportunidad para nosotros, para saber que estaba ahí y así poder sanarlo.

Las personas, solemos culpar a los demás o a las situaciones cuando éstas nos hacen sentir incómodos, molestos, enojados, irritables, y sobretodo cuando sentimos dolor y sufrimiento.

La verdad es que ninguna persona nos causa dicho dolor, ni tampoco puede la situación en sí... Somos nosotros mismos que tenemos ese dolor en nuestro interior. Y la otra persona es quien nos lo está reflejando. Es decir, esa persona está ahí como espejo nuestro; y al sentirnos mal, sufrimos... pensamos que es la persona quien nos ha causado ese sufrimiento, cuando en realidad la persona tan solo nos ha ayudado a que el dolor se despierte, salga a la superficie y de esta manera podamos tomar consciencia de él y sanarlo.

¿Cómo sanar un dolor que ha despertado de nuestro interior?

Para sanar, hemos de aceptar ese dolor. 

Ahora sabemos que está en nosotros y es nuestra oportunidad para iluminarlo.
Hemos de observarlo, iluminarlo con la luz de la plena consciencia; siendo testigos. 
Observarlo significa, poner atención en el dolor, sin juicios ni pensamientos, simplemente observarlo y abrazarlo con amor y consciencia.

Podemos decir en nuestro interior: "Dolor, ahora sé que estás ahí, te abrazo con todo mi amor y mi plena consciencia".

También podemos escribir en un papel todo lo que sentimos (dolor, negatividad, ira, tristeza, enojo, odio, etc...) y a continuación escribir: "Yo Soy fuente de luz y de amor. Yo soy fuente de aceptación y de consciencia. Abrazo mi dolor y lo transformo en luz. Gracias, gracias, gracias".

Debes recordar que absolutamente todo lo que te hace sentir una persona, en forma de sufrimiento, no te lo hace sentir esa persona, sino que ese sufrimiento está ya en ti y ha despertado; ha pasado del subconsciente al consciente. 

Nunca culpes a nadie, al contrario, agradéceles que estén ahí para que te hayan ayudado a reflejar tu dolor y así darte cuenta.

Todos los dolores que llevamos dentro, en nuestro subconsciente, son karmas que no hemos sanado. Por tanto, se van repitiendo una y otra vez, en distintas situaciones, con diferentes personas, e incluso en vidas posteriores hasta que logres sanarlo.

Ese karma, se repetirá un montón de veces, hasta que lo hayas superado. Cuando lo hayas sanado, ya no se repetirá más, ya no volverás a vivir ninguna situación ni aparecerá ninguna persona que te vuelva a hacer sentir ese mismo dolor.

Pero si ves que en tu vida hay situaciones que se repiten una y otra vez... párate y observa tu alrededor... pon atención en tu interior, sobretodo en qué es lo que sientes y empieza a trabajar con la observación consciente para lograr la sanación.


Cuando estamos en el camino espiritual, la mayoría de las personas, tenemos tendencia a reprimir las emociones y sentimientos de malestar, dolor y negatividad. 
Los reprimimos pensando que los estamos observando para transformarlos en luz, pero casi nunca es así. 

Cuando notamos la más mínima sensación de inquietud y negatividad (somos conscientes de ella), no permitimos que el dolor salga a la superficie. Está ahí enterrado en nuestro subconsciente, despertando y dando señales de alarma... y en cuanto nos damos cuenta de que sentimos un sutil dolor, automáticamente lo bloqueamos, lo reprimimos, no lo dejamos aflorar.

Esto es debido a nuestra mente (ego) que se mueve por hábitos y en cuanto detecta el leve dolor de nuestro interior, recuerda lo mal que se pasa al sufrir, entonces tiene miedo y automáticamente lo rechaza, no lo acepta... nuestra mente dice: "no quiero sentirme mal. Quiero estar bien”.

El dolor no ha podido salir a la superficie y al no sanarlo, vuelve a quedar en la profundidad de nuestro subconsciente, en estado latente (dormido), hasta que otra situación distinta provocará que vuelva a despertar.

Hemos de ser muy conscientes de esto, ya que si no permitimos que los dolores salgan (pasen del subconsciente a la mente consciente), no lograremos liberarlos.

La manera correcta para poder sanar esos dolores es la siguiente:

En el momento que despierta y empieza aflorar hacia la superficie (nos damos cuenta de que nos sentimos mal), tenemos que PERMITIR Y ACEPTAR QUE ESE DOLOR ESTÁ AHÍ Y QUE DEBE SALIR. TENEMOS QUE SENTIR ESE DOLOR, A PESAR DE QUE ESTO ES LO QUE SOLEMOS EVITAR. 

Le tememos al sufrimiento y por eso lo negamos, le damos la espalda y lo dejamos ahí, como un niño indefenso, llorando, que necesita ser abrazado y consolado con amor y compasión.

Por tanto, cuando notes que hay algo que te molesta en el interior, un malestar, o un dolor agudo que surge de repente, no lo niegues, no le des la espalda... obsérvalo como si fuera un niño pequeño indefenso, que necesita tu ayuda, necesita un abrazo, necesita de tu amor, de tu luz para poder transformarse (transmutarse) y así, liberarse.

Así que siente ese dolor, sin miedo; siéntelo como observador que eres, sentir el dolor pero sin identificarte con él (no te aferres a él, no te dejes arrastrar por él), simplemente mantén un poco de distancia entre tú y el dolor, lo observas como si estuvieras mirando una película de drama, siendo consciente de que ese dolor no eres tú... lo observas sin juicios y luego lo abrazas con compasión y con el amor y la luz de tu consciencia. 

Puedes decir en tu interior: "sé que estás aquí, no te preocupes, voy a abrazarte y a cuidar de ti".

Esta es la manera correcta para sanar el dolor del subconsciente que aflora a la superficie.

El dolor es energía enquistada, bloqueada; son como pelotas de energía que tienen una vibración distinta a la energía que fluye por todo nuestro campo electro-magnético (energía Chi). 

Estas pelotas no permiten que nuestra energía Chi fluya correctamente, y con el paso del tiempo, causan enfermedades en el cuerpo físico. 

Las enfermedades del cuerpo físico son las señales que nos indican que algo en nuestro interior no fluye correctamente. Por tanto, la enfermedad es el síntoma que nos permite tomar consciencia de la energía enquistada que hay en nuestro interior y que debemos sanar.


FUENTE: http://caminoaldespertarr.blogspot.com.es/

jueves, 12 de marzo de 2015

DE DONDE VIENEN LAS ESENCIAS DEVA ?


El Laboratorio DEVA es un especialista desde 1986 en esencias florales y aceites esenciales para olfactoterapia. Se ubica en el corazón del parque natural del Vercors, en los Alpes franceses, donde existe una flora rica, diversificada y preservada.



DEVA tiene una expertise en los campos de la floriterapia, de la cosmetica y de la aromaterapia.
Los productos provienen de la agricultura orgánica, 100% naturales y elaborados de manera artesanal.



 Philippe Deroide, fundador del Laboratorio DEVA, amplio el campo de acción de las 38 flores de Bach, hacia nuevas esencias contemporáneas las cuales dan respuesta a problemáticas emocionales más de nuestros días. Sus investigaciones, que se apoyan en trabajos universitarios, de médicos y de terapeutas dieron nacimiento, entre otro, a una gama de 12 sinergías aromáticas que se utilizan en olfactoterapia.


DEVA elaboro un marco de cualidad para asegurarnos lo mejor de sus productos.

  • Un seguimiento y un control efectuado manualmente en todo el proceso de elaboración.

  • Garantía de trazabilidad en todas las etapas de la fabricación.

  • Sus preparadores seleccionan los mejores lugares para la recolección de las  plantas y flores

  • Utilización de materiales reciclables, para proteger al planeta.

  • Las materias primas son totalmente naturales e orgánicas.





DEVA ofrece entonces las Flores de Bach, las Esencias Florales Contemporaines, los Compuestos Florales, 
los Elixires Essentiels (Olfactoterapia).

Pueden encontrarlos en nuestro sitio www.sylfos.com


LA NUTRICION EMOCIONAL DE LA CELULA

LA CÉLULA EMOCIONAL
Dra. Luisa Villanueva


BUDA: “Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado”

    Todas nuestras células viven inmersas en el líquido intercelular. Son como peces nadando en un mar, y organizadas en bancos formando tejidos. A este líquido llegan continuamente distintos tipos de nutrientes: oxígeno, minerales, vitaminas, glucosa, etc., que la nutren. 

    Pero además, a la célula llegan estímulos de distintos tipos, según lo que estamos viviendo, que provocan respuestas diferentes en ella. Utilizará las materias primas (glucosa, vitaminas, etc.) para dar esa respuesta.

    Vamos a ver desde dónde llegan y cómo se comportan esos estímulos.

A NIVEL CEREBRAL

    Nuestros cinco sentidos reciben estímulos de nuestras experiencias, y los envían al cerebro para ser procesados. Lo que vemos, olemos, oímos, saboreamos, tocamos o sentimos, pasan a ser datos sincronizados que se reciben en el cerebro por cinco rutas a la vez.

    Una vez llegan esos datos al cerebro, las neuronas se activan y se reorganizan, y se produce la liberación de neurotransmisores en el espacio sináptico. La nueva experiencia vivida se traduce en una nueva red neuronal.

    Como consecuencia de la activación de esa red neuronal, se produce la liberación a sangre de distintas sustancias químicas, que a su vez provocan en el cuerpo sensaciones diversas, sentimientos y emociones.
    El resultado final de cada experiencia, es un sentimiento o una emoción. Podemos recordar mejor las experiencias porque van asociadas a una emoción, y esto provoca que se graben con más fuerza. Es por esta razón por la que cualquiera de nosotros puede recordar dónde estaba cuando se enteró de los atentados del 11 M en Nueva York. Recordamos muchos detalles, porque recordamos cómo nos SENTIMOS. Y al recordarlo, recordamos la experiencia, y sentimos lo mismo que en aquél momento. Hemos activado los circuitos neuronales asociados a esa experiencia,  estos circuitos provocan la liberación de las mismas sustancias químicas en el cerebro,  y estas sustancias generan una respuesta en el cuerpo. La misma sensación corporal  asociada a la experiencia original.

Circuitos neuronales: nuestro cerebro tiene un sistema de ahorro de energía, que hace que aquellas conexiones que se producen juntas de forma repetida, con el tiempo se estructuren juntas. Una conexión que se repite hace que la distancia entre las terminaciones nerviosas disminuya, hasta que casi son una sola. Las sucesivas repeticiones refuerzan la unión, hasta que el circuito se hace automático. En ese momento, ya no requiere esfuerzo mental. De este modo aprendemos, por ejemplo, a conducir. Los movimientos se automatizan, hasta que podemos incluso pensar en otra cosa.

    El problema es que esto funciona también para los pensamientos, e incluso para los pensamientos negativos. Por ejemplo, si una persona tiene tendencia a sentirse una víctima, y alimenta esos circuitos neuronales día tras día durante años, se convertirán en automáticos. Cualquier estímulo externo, desencadenará la misma secuencia y combinación de pensamientos, que le llevarán una y otra vez al mismo punto en el que se siente una víctima. La repetición crea conexiones más fuertes, que facilitan ramas neuronales más gruesas.

    Los pensamientos habituales provocan la activación de esos mismos pensamientos más a menudo.

    Los psicólogos calculan que una persona tiene de promedio unos 60.000 pensamientos al día. De ellos, el 95% son los mismos que tuvo el día anterior.

A NIVEL CELULAR: La química de la adicción emocional

    Debemos recordar que cada vez que tenemos un pensamiento en nuestro cerebro, producimos sustancias químicas, y éstas provocan sensaciones, sentimientos y reacciones en el cuerpo.

    Nuestro organismo se acostumbra al poco tiempo a un nivel determinado de sustancias químicas circulantes en sangre. Y ése será el que considere su nivel de equilibrio, lo que llamamos homeostasis. No importa si el nivel es poco saludable, si la sustancia es glucosa, adrenalina o heroína, si el equilibrio es un estado de ansiedad o tristeza. Una vez que se mantiene el tiempo suficiente, pasa a ser el nivel de equilibrio. Cuando esto ocurre, el cuerpo hará cualquier cosa para recuperar y mantener ese nivel químico de sustancias. Esto funciona así para todas las sustancias químicas que maneja nuestro cuerpo.

    Nuestro organismo maneja tres sustancias químicas de comunicación: neurotransmisores, péptidos y hormonas.

    Los neurotransmisores son los que producen la activación en el espacio sináptico de las redes neuronales.

    Hasta hace poco, pensábamos que eran el principal medio de comunicación químico entre las células. Pero en los últimos años, y gracias sobre todo a los trabajos de investigación de la Dra. Candace Pert, se ha visto que existen otras moléculas más pequeñas y específicas, los péptidos, que se relacionan directamente con las emociones. A cada emoción, le correspondería un péptido específico.  Son las llamadas por la Dra. Pert moléculas de la emoción.

    Y lo que es más importante, existen receptores para péptidos emocionales, no sólo en el cerebro, sino en TODAS LAS CÉLULAS DEL CUERPO.

    El concepto, entonces, de que nuestros pensamientos y nuestras emociones, desencadenan efectos que se limitan a la esfera mental, queda totalmente obsoleto. Las emociones, por  vía química, a través de estos péptidos, son capaces de producir efectos en cualquier célula y tejido de nuestro cuerpo. Modifican la respuesta celular, estimulando o suprimiendo su funcionamiento, y la expresión de las proteínas que fabrica. Mejorando o empeorando el funcionamiento de células, tejidos y órganos. Ayudando a la reparación, o contribuyendo a la enfermedad.

    Estos péptidos son el eslabón perdido de la fisiología. Lo que faltaba para explicar la conexión cuerpo-mente. Lo que la Medicina hindú tiene en cuenta desde hace miles de años, en Occidente no tenía base científica. Pero ahora, por fin sabemos cuál es la vía por la que nuestras emociones influyen en nuestro cuerpo.

Las moléculas de la emoción: 

    Así, tendríamos péptidos específicos para emociones específicas, producidos en el hipotálamo. Se han identificado varias reacciones básicas: ira, tristeza, miedo, alegría, sorpresa, desprecio y aversión. Con péptidos específicos que se liberan con cada una de ellas.

    Por supuesto, el ser humano es capaz de registrar muchas más emociones, y una infinidad de matices. Estas emociones secundarias, serían creadas a partir de las primarias. Algo parecido a mezclar pinturas, o ingredientes. Ejemplos de emociones secundarias serían: vergüenza, celos, orgullo, envidia, culpabilidad, compasión, etc.

    Hemos visto que nuestros recuerdos tienen una emoción asociada. Cuando evocamos un recuerdo, se liberan los péptidos correspondientes a la emoción asociada, que rara vez es una emoción básica. Normalmente estará asociada a otra u otras emociones, y matizada por otros recuerdos, nuestros y de nuestros antepasados, guardados en nuestro ADN.

    Cuando el estímulo llega al hipotálamo, éste fabrica la receta química correspondiente, aderezada con matices personales y de situación. Una receta personal, en ocasiones bastante compleja.
    Este cóctel químico se liberará a la sangre, e inundará el espacio en el que viven y crecen las células, uniéndose a sus receptores de membrana, y desencadenando distintas funciones en los distintos tejidos. De la misma manera que la liberación de adrenalina y cortisol en momentos de estrés, desencadena distintos efectos a nivel corporal.

    Pero hay una gran diferencia entre la reacción básica de estrés y lo que estamos viendo.

    En la reacción básica, ante un riesgo vital,se produce la liberación de  gran cantidad de adrenalina.Como consecuencia,  el sistema simpático se dispara: el corazón acelera el ritmo y la potencia de los latidos, los pulmones aumentan el ritmo de la respiración, oxigenando más la sangre;las reservas inmediatas  de glucosa se liberan, para llevar más cantidad a las células,los músculos se tensan y se preparan para la carrera…

Todo con ingredientes básicos, adrenalina y cortisol sobre todo.
Sería como coger harina,  levadura, agua, meterlo al horno y sacar un pan.

Pero cuando hablamos de las emociones humanas, hablamos de un cóctel químico. Distintos péptidos de diferentes emociones, en proporciones muy diversas, aderezados de diferentes formas.
Esto se parecería mucho más a una receta de Ferrán Adriá: Arte químico.

Con otro matiz más.Y es que se puede  generar no sólo por una situación,sino por un pensamiento, que podemos ELEGIR.

Podemos escoger en la carta y generar el cóctel químico que elijamos. O podemos dejar que sea automático.

Los receptores en la membrana celular:

    Cuando los péptidos llegan a la célula se unen a los receptores que existen para ellos en la membrana celular. Cada péptido tiene su receptor específico, que encaja como una llave en una cerradura. Y cada célula tiene un número determinado de receptores para cada péptido.

Este número de receptores es muy variable según las personas, y según el momento. De tal forma que si mantenemos un nivel alto de péptidos de la ira,por ejemplo, en sangre, la célula fabricará un mayor número de receptores para ese péptido,para atender la demanda

Y si esto se mantiene en el tiempo, cuando la célula se divida, dará lugar por mitosis a otras dos células hijas,con el número de receptores para ira aumentados.Es una regulación natural, que se produce en todas las células.

El problema es que,una vez que el número de receptores para el péptido de la ira ha aumentado, si los niveles de péptido disminuyen,serán las propias células las que pidan una cantidad mayor.

Su homeostasis,su nuevo equilibrio, se encuentra en una zona con un nivel alto de péptidos de la ira. Y si no los hay, su equilibrio químico se altera, y pide su dosis. Este es el mecanismo de cualquier adicción química.Lo mismo ocurriría si la sustancia fuese por ejemplo heroína. Nuestro cuerpo, en este caso, se ha convertido en un adicto a la ira. Poco importa que ese equilibrio esté en una zona de enfermedad, o que la sustancia sea un tóxico, es un equilibrio. Si ha transcurrido un tiempo suficiente, es la zona de confort, la zona conocida.

En ese momento, cuando el cuerpo pide su dosis de péptido, su dosis de emoción, toma el control de nuestros pensamientos. Nuestro cuerpo empieza a pensar por nosotros, generando  pensamientos, estimulando recuerdos,incluso provocando situaciones que de nuevo nos hagan experimentar ira, y le devuelvan su equilibrio homeostático, su equilibrio químico.

¿Cuál es la consecuencia de la estimulación del receptor de la membrana celular? 

Cuando un péptido entra en la célula a través de su receptor específico, desencadena  una activación del ADN celular, y como consecuencia,la fabricación de una proteína.
Dependiendo del tejido al que pertenezca esa célula, esta proteína será de diferentes tipos.
  • Células suprarrenales:secreción de hormonas, como el cortisol y adrenalina: reacción de estrés.
  • Células epiteliales: producción de elastina y colágeno.
  • Células musculares:producción de actina y miosina.
  • Células digestivas: proteínas enzimáticas (jugos gástricos)
  • Células en las articulaciones: líquido sinovial …

La célula es, sobre todo, una fábrica de proteínas .Y por esta vía las emociones pueden desencadenar problemas en cualquier parte de nuestro cuerpo.

Por ejemplo, una emoción que provoque una mayor respuesta en el área del estómago, puede producir aumento de secreción de ácido clorhídrico. Con el tiempo, este exceso de acidez provocará una gastritis, una úlcera duodenal o  un cáncer gástrico.

Una emoción que genere una respuesta de alerta defensiva, provocará una mayor tensión muscular, que se traducirá en acortamiento de las fibras musculares y dolor.

    En el caso de las células del sistema inmunitario, en las que, por supuesto, hay receptores para los péptidos emocionales, podemos ver los efectos de forma especialmente eficaz, porque podemos medir su número en sangre. Los médicos hemos visto en consulta con frecuencia que los pacientes depresivos enferman con más facilidad. Y siempre se había relacionado con el estado de ánimo, de forma poco concreta. Pero ahora podemos medir las células inmunitarias en sangre. Y se ha encontrado, que el número de linfocitos disminuye en los casos de depresión, y aumenta cuando la depresión desaparece. La emoción está influyendo sobre la formación de células. Pero esto va mucho más allá: en un experimento, se realizó una extracción de sangre antes y después del visionado de imágenes de guerra, muerte, y dolor a un grupo, e imágenes estimulantes y positivas a otro. En las muestras se vio una disminución del recuento de linfocitos en sangre en el primer grupo, y un aumento en el segundo. ¡En sólo un par de horas!  El cambio se produce de forma inmediata.

Ciertas emociones,que podemos considerar negativas, desencadenan respuestas en los tejidos que llevan a la enfermedad, y la vejez. Incluso a la fabricación de proteínas de peor calidad con el tiempo.La expresión del ADN degenera, como si hiciésemos fotocopia de fotocopia, sucesivamente. 

En cambio las emociones positivas, como la gratitud,el amor, la ilusión, la alegría desencadenan respuestas positivas en los tejidos, que funcionan mejor y con menos esfuerzo. Y la variedad en las experiencias, en los pensamientos y en las emociones, mejora la lectura del ADN, y la expresión de las proteínas, que serán de mejor calidad.

La nutrición y oxigenación celular mejoran, y el cuerpo tiende a su funcionamiento óptimo.

    Para la célula, es sólo un estímulo. Y la célula necesita ser estimulada para empezar a leer el ADN, y empezar a fabricar proteínas. No le importa que el estímulo sea negativo o positivo, es un estímulo. Igual que un niño, al que le basta provocar una atención negativa, una riña a un mal comportamiento, con tal de que le presten atención. A falta de una atención de calidad, le basta una regañina. Pero lo que no puede soportar es la falta de atención. La célula hace lo mismo, a falta de un estímulo positivo, le basta el que le llegue.

    Somos NOSOTROS los que debemos aprender cuáles son los estímulos beneficiosos para nuestras células, y dárselos. Como a un niño al que debemos educar y cuidar. El niño no tiene por qué saber lo que le conviene, ni lo va a elegir. Debemos saber elegir nosotros, y enseñarle.

De la misma manera que podemos permitir la respuesta automática, también podemos elegir una respuesta diferente.

La fabricación por parte de la célula de uno u otro tipo de proteínas,lleva a esa célula y al tejido que forma, a la salud o a la enfermedad.

¿Y quién da la orden para liberar las sustancias químicas que determinan si se fabrica un tipo u otro de proteína? NOSOTROS. Nuestra actitud y nuestros pensamientos, sean  elegidos o automáticos, conscientes o inconscientes.

Tenemos la capacidad de elegir a qué emociones, a qué sustancias químicas queremos ser adictos. A las que nos enfermen y envejezcan o a las que nos rejuvenezcan. Y hacer que sea automático.

Podemos localizar nuestros pensamientos negativos, y hacer tapping sobre ellos para desactivarlos.Al insistir en ello, haremos que las redes neuronales que habían formado ya estructura, al ser activadas repetidamente, vuelvan a ser conexiones normales,capaces de activarse e inactivarse.

Y reforzaremos nuevas redes neuronales, con el estímulo positivo.
A nivel químico,podemos cambiarla homeostasis de nuestras células, de niveles de péptidos negativos altos, a niveles de péptidos positivos altos. Para que sean las mismas células las que pidan sentirse bien y generen pensamientos y emociones positivas.

Nuestra estructura física nos da esa posibilidad. La decisión de aprovecharla, es nuestra.

miércoles, 4 de marzo de 2015

PREGUNTAS PARA INTENTAR ENTENDER QUÉ ES EL INCONSCIENTE

PREGUNTAS PARA INTENTAR ENTENDER QUÉ ES EL INCONSCIENTE
Alejandro Jodorowsky


Alejandro Jodorowsky: La razón es como la punta de un iceberg; lo que está hundido dentro del agua representa al inconsciente. Racionalismo puro es una sequedad… Irracionalismo puro es salvajismo. Se trata de usar las dos partes del cerebro, la consciente y la inconsciente; la intuitiva y la razonable. El mundo es consciencia e inconsciente, es extenso. Vemos más de lo que vemos, oímos más de lo que oímos, tenemos una mirada inconsciente, una escucha inconsciente.

-Desde la metagenealogía se dice que la familia es el inconsciente, ¿Por qué?
Conocer el propio árbol genealógico es en cierta forma como conocer nuestro inconsciente. Lo que está “escrito” en nuestro árbol, también lo está en nuestro inconsciente, por tanto vamos a repetirlo a menos que lo conozcamos y lo trabajemos. Nuestra parte inconsciente no sale a flote sólo en los sueños, sino que toma parte activa de alguna manera también en las horas de vigilia: manifestándose en el cuerpo, en forma de síntoma o enfermedad, en actos fallidos, por nombrar algunos ejemplos.

-¿Resulta posible realizar un mapa del inconsciente?
Algunos terapeutas que han hecho estudios genealógicos, han querido reducirlo a fórmulas matemáticas, pero al árbol no se le puede encerrar en la jaula racional El inconsciente no es científico, es artístico. El psicoanálisis viene de la ciencia médica y trata de interpretar el lenguaje del inconsciente de una forma racional. Pero el inconsciente no es racional ni científico. Ahí es donde falla el psicoanálisis. Yo pienso que el psicoanálisis debería ser ejercido por artistas que aprendan a hablar el lenguaje del inconsciente.

-Cuando hablamos de inconsciente, ¿a qué nos estamos refiriendo?
Tenemos el inconsciente individual, personal, por debajo del mismo está el inconsciente familiar, el que nos conecta con el árbol. El inconsciente colectivo, del que hablaba Jung, todos estamos conectados entre si. El inconsciente histórico. El inconsciente cósmico en último lugar, es el más profundo.

-¿Qué lenguaje habla el inconsciente?
El inconsciente es un mundo hecho de imágenes, de metáforas y de arquetipos. Es nuestro aliado, se muestra a través de sueños y de gente que aparece en la vida. Nos da cosas, nos manda mensajes… El inconsciente no es traducible, es totalmente caótico.
Sigmund Freud, médico y científico trató al inconsciente como “una selva”. Consideraba que el hombre es un animal que habla. De ahí que utilizara la razón para llegar al inconsciente. Trató de alcanzar al inconsciente usando la palabra. Pero el inconsciente no entiende las palabras, ese es el problema.
-¿Qué es lo que entiende por supraconsciente?
Es el lugar donde está la programación del Universo, está el futuro. Si sólo miro en esa dirección, acumulo: conocimientos, emociones, deseos y posesiones. Nuestro Dios interior es la suma del inconsciente y el supraconsciente.  Los chamanes son capaces de sanar adoptando como aliados a estas dos dimensiones.

-Si lo convertimos en nuestro aliado, ¿qué sucede?
Si aprendemos su lenguaje, se pone a trabajar para nosotros. Si la familia que se encuentra en nuestro interior, anclada en la memoria infantil, es la base de nuestro inconsciente, debemos entonces desarro­llar a cada pariente como un arquetipo. Es preciso que le concedamos nuestro nivel de conciencia, que lo exaltemos, que lo imaginemos alcanzando lo mejor de él mismo. Todo lo que le damos, nos lo damos. Lo que le negamos, nos lo negamos. Esta forma de sanarnos y sanar el árbol tendrá repercusiones positivas en las generaciones venideras. Siendo nosotros mismos y desactivando las trampas caducas del árbol, estamos trabajando no sólo para nosotros, sino también para los que nos sigan en el tiempo futuro.

-¿Cualquier mensaje, incluso las pesadillas, que nos llegan desde el inconsciente hacia nuestra conciencia, siempre son para bien?
El inconsciente no es un profesor con el intelecto a cuestas, sino un artista amoral (no inmoral), mezcla de verbo sagrado y carcajada, libre de diplomas, medallas y respetos caducos. Las pesadillas son mensajes del inconsciente que te dice: “hay aspectos de tu persona real que no te atreves a vivir y que ves como angustiosas monstruosidades.Aprovecho que estás dormido para inquietarte, despertar tu curiosidad, llamarte, rogarte, perseguirte para que por fin entres en mi reino, que es el de tu verdadera y maravillosa esencia. Cesa de temer, hazme frente. Pregúntame:¿qué me quieres decir ¿ (lo que significa: ¿qué me quiero decir?)

-Un ejemplo de metáfora asociada al inconsciente
Tú, por ejemplo, ves a alguien que te ha hecho mucho daño y le das una bola pintada de negro, y le dices: “Toma, éste es tu cáncer y no el mío, quédatelo”. Eso es una metáfora.

La dimensión no racional y la dimensión corporal forman una unidad interrelacionada. Con cada mensaje que enviamos al inconsciente en formato de metáfora, activamos una especie de chip en el sistema nervioso que va poco a poco modificando las redes de información. Si el mensaje es sanador, terminaremos sanando, si el mensaje es tóxico enfermaremos.

Las metáforas son útiles para deshacernos de las lealtades infantiles. Mantenemos una poderosa e inconsciente fidelidad a nuestros designios familiares: a sus tradiciones, a sus traumas, a sus secretos, a sus proyectos más o menos advertidos. Adoptamos los sentimientos de la familia como si fueran propios.

 Fuente: Plano Sin Fin


martes, 3 de marzo de 2015

EUFRASIA: PARA ENTENDER LA DIMENSIÓN HUMANA DEL OTRO

EUFRASIA: entender la dimensión humana del otro (Testimonio)

Hace tiempo que quería hacer un comentario sobre la pequeña flor de EUFRASIA (Euphrasia officinalis) conocida por algunos bajo su nombre inglés de EYEBRIGHT.

Tome EUFRASIA en complemento de RED CHESTNUT para hacer un pequeño trabajo  con respecto a mi relación con mis hijos. La esencia principal de mi ramo era RED CHESTNUT ya que quería verificar lo “demandante” que era frente a mis hijos. Volveremos en otra ocasión sobre los efectos de esta flor y volvamos a nuestra EUFRASIA elegida para esta preparación. Philippe DEROIDE, investigador, preparador y fundador del Laboratorio DEVA no dice de ella:

·        Palabras-claves: comprensión, intuición
·     Para las personas que ponen poca atención a su entorno y a lo demás, tanto por descuido como por falta de interés.

Lo que pude vivir en familia gracias a estas dos flores es maravilloso. Si RED CHESTNUT me dijo “parece que no estás tan desapegada de tus hijos”, EUFRASIA me permitió entrar en el conocimiento INTERIOR de mis hijos. Tuve acceso a su manera de ver la vida. Entendí íntimamente sus acciones y sus reacciones. Desarrolle una clarividencia con respecto a sus emociones. Quedando en mi estado de adulta, podía también ponerme a su nivel y según su edad. Quedando como adulta, sabía y podía proponer una guía enriquecida con las informaciones captadas en cada uno de ellos.

Podría decir que esta esencia floral de EUFRASIA despierta en nosotros la capacidad de entrar en contacto con el otro, de corazón a corazón. Se descubre o mejor dicho, se re-descubre una dimensión en la relación humana y se puede actuar según esta nueva información. De hecho, nuestra actitud es más justa y más respetuosa.

Una persona que está tomando EUFRASIA desde hace 48 horas mi hizo un comentario similar. Se sentía muy contrariada por el comportamiento de su marido con respecto a su hijo. Para arreglar una situación, actuaba sin tomar en cuenta los sentimientos del chico, únicamente tomaba los hechos. Dicha actitud resultaba insoportable para la madre quien vivía esta situación como injusta ya que faltaba una dimensión en el acercamiento del problema y de la solución que se le daba, la del humano (sus pensamientos, sus emociones).

Marion