Mostrando entradas con la etiqueta Biodescodificación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Biodescodificación. Mostrar todas las entradas

domingo, 15 de julio de 2018

DOLORES CAUSADOS POR LAS EMOCIONES

9 tipos de dolor que realmente son causados por problemas emocionales

La mente y el cuerpo están conectados íntimamente, por lo tanto las emociones pueden producir hormonas y sustancias que alteran las funciones del cuerpo. Cada vez que estés lidiando con algún tipo de problema emocional, puede que este se manifieste como dolor físico. Este tipo de incomodidad es normalmente causada por tipos específicos de disgustos.

Dolor de codo

El dolor de codo se manifiesta con frecuencia como una sensación de rigidez cuando intentas doblar o estirar tus codos. Este tipo de dificultad suele estar ligada al mismo tiempo a una perspectiva mental rígida. Puede que necesites aceptar que no siempre puedes tener control sobre tu vida y tienes que dejar de molestarte por los compromisos.



Dolor de cabeza


El dolor de cabeza puede ser generado por estrés. Suele sentirse como una apretada banda alrededor de la frente y puede manifestarse en cualquier momento, unos minutos o varias horas después de empezar a estresarte.




Manos adoloridas

¿Sientes adoloridas las manos en cualquier momento sin razón aparente? Puede que esto tenga que ver con no ser capaz de llegarle a los demás. Para evitar el aislamiento, intenta tomar algo de tiempo para conversar con tus colegas o planificar salidas para hacer algo que te guste.




Dolor de cuello

El dolor de cuello se genera normalmente por tensar con frecuencia tu cuello por frustración o ansiedad. Puede que las personas con este tipo de dolor tengan problemas con perdonarse a sí mismas o no se sientan seguras. Para disminuir esta sensación de timidez, prueba a recordar que los demás no se enfocan tanto en tus errores como tú lo haces.


Piernas adoloridas

Si te duelen tus rodillas cada vez que las doblas, quizá sea una señal de que tu autoconfianza está demasiado alta. Tener un gran ego puede ser tan doloroso como tener un ego pequeño. Prueba a incorporar algo de humildad a tu vida a través de hacer voluntariado y obsesionarte menos con tu posición.



Dolor de hombros

El dolor de hombros normalmente es una señal de que alguien está lidiando con algún tipo de carga emocional. Ser abrumado constantemente por las preocupaciones de un problema puede generar dolor de hombros porque las personas con asuntos emocionales tiende a contraer los músculos en sus hombros.



Dolor en la zona baja de la espalda


Cuando empiezas a preocuparte por el dinero, quizá notes que la zona baja de tu espalda te empieza a doler. Esto se nota particularmente si pasas mucho tiempo de pie o caminando y tal vez sientas que la parte baja de tu espalda está llena de nudos.



Dolor de caderas



Las caderas empiezan a doler y ponerse rígidas cuando pasas demasiado tiempo sentado en lugar de estar en movimiento. Arriésgate y comienza a tomar decisiones a partir de lo que deseas en lugar de hacerlo a partir de tus miedos.







Dolor en la zona superior de la espalda


Sin contar con suficiente apoyo emocional, las personas pueden empezar a sentir rigidez y dolor en la zona superior de la espalda. Cuando sientes esto, es una señal de que quizá necesitas llamar a tus amigos o enfocarte un poco más en tu vida amorosa.



Muchas personas no se dan cuenta de que este tipo de dolores puede tener su origen más allá del físico. Si tú o un ser querido están padeciendo algún tipo de estos dolores, asegúrate de considerar cuidadosamente si las emociones tienen algo que ver. ¡Asegúrate de que tanta gente como sea posible conozca sobre esto!


www.apost.com

sábado, 6 de enero de 2018

GRASA LOCALIZADA EN DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA


GRASA LOCALIZADA 
EN DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA



Salomé Cejas nos ayuda a interpretar el significado de la grasa localizada. 

¿ Como interpretar el significado de la grasa localizada ?
Nuestro cuerpo siempre está en concordancia con nuestro resentir más profundo y de la observación podemos tener una lectura sobre qué nos está diciendo con respecto a la grasa localizada.

Por una necesidad de nuestros padres al concebirnos, por nuestras propias experiencias o de nuestros antepasados, nuestro inconsciente considera que hay una parte frágil, débil, que corre peligro o que necesita reforzar para alguna tarea o en previsión de un hecho que pueda llegar a ocurrir.

Como ejemplo de esto, en líneas generales, podemos citar algún posible significado de la grasa localizada:

  • Brazos: necesidad de ser fuerte para luchar, para hacer por mí y por los demás o sensación de no hacer lo suficiente.
  • Cuello: protejo mi palabra, me protejo del otro, de un miedo profundo de ser juzgado.
  • Abdomen: en el caso de la grasa abdominal externa, los llamados michelines, habla de una persona que protege sus emociones.
  • Zona lumbar: si protejo esa zona, es que hay algo en el pasado que ha sido doloroso, riesgoso y provoca miedo al futuro porque estoy anclada en el pasado.
  • Aductores: protejo mi sexo, esto se puede deber a que hay una memoria de abuso.

En descodificación biológica se identifica el momento en que surgió ese mandato para poder liberar al cuerpo de seguir protegiendo o reforzando esa zona.


jueves, 10 de noviembre de 2016

Yo Soy Tu Síntoma

¡Hola! Yo tengo muchos nombres: dolor de rodilla, grano, dolor de estómago, reumatismo, asma, mucosidad, gripe, dolor de espalda, ciática, cáncer, depresión, migraña, tos, dolor de garganta, insuficiencia renal, diabetes, hemorroides, y la lista sigue y sigue.

Me he ofrecido como voluntario para el peor trabajo posible: ser el portador de noticias poco gratas para ti. Tú no me comprendes, nadie me comprende. Tú piensas que quiero fastidiarte, echar a perder tus planes de vida, todos piensan que quiero entorpecerles, hacerles daño o limitarles. Y no, eso sería un completo disparate. Yo, el síntoma, simplemente intento hablarte en un lenguaje que comprendas. Que entiendas

A ver, dime algo, ¿Tú irías a negociar con terroristas, tocando a su puerta con una flor en la mano y una camiseta con el símbolo de “paz” impreso en la espalda? ¿No verdad?. Entonces, por qué no comprendes que yo, el síntoma, no puedo ser “sutil” y “suavecito” cuando debo darte el mensaje. Me golpeas, me odias, con todo el mundo te quejas de mi, de mi presencia en tu cuerpo, pero no te tomas ni un segundo en razonar y tratar de comprender el motivo de mi presencia en tu cuerpo

Sólo te escucho decirme: “Cállate”, “vete”, “te odio”, “maldita la hora en que apareciste”, y mil frases que me hacen impotente para hacerte comprender. Pero yo debo mantenerme firme y constante, porque debo hacerte entender el mensaje.

¿Qué haces tú?
Me mandas a dormir con medicinas. Me mandas callar con tranquilizantes, me suplicas desaparecer con antiinflamatorios, me quieres borrar con quimioterapias. Intentas días con día, taparme, sellarme, callarme. Y me sorprende ver que a veces, hasta prefieres consultar brujas y adivinos para que de forma “mágica” yo me vaya de tu cuerpo.

Y yo, cuando mi única intención es darte un mensaje, soy totalmente ignorado.
Imagínate que soy esa alarma con sirena en el Titanic, esa que intenta de mil formas decirte que de frente hay un Iceberg con el que vas chocar y hundirte. Sueno y sueno por horas, por días, por semanas, por meses, por años, intentando salvar tu vida, y tú te quejas porque no te dejo dormir, porque no te dejo caminar, porque no te dejo trabajar, pero sigues sin escucharme…

¿Vas comprendiendo?
Para ti, yo el síntoma, soy “La Enfermedad”
Qué cosa más absurda. No confundas las cosas.
Y vas al médico, y pagas por docenas de consultas médicas.
Gastas dinero que no tienes en medicamento tras medicamento.
Y sólo para callarme.
Yo no soy la enfermedad, soy el síntoma.
¿Por qué me callas, cuando soy la única alarma que está intentando salvarte?
La enfermedad, “eres tú”, “es tu estilo de vida”, “son tus emociones contenidas”, eso sí es la enfermedad.

Y ningún médico aquí en el planeta tierra, sabe cómo combatir enfermedades. Lo único que hacen es combatirme, combatir el síntoma. Callarme, silenciarme, desaparecerme. Ponerme un maquillaje invisible para que tú no me veas.

Y sí, está bien si ahora que lees esto, te sientes un poco molesto sí. Esto debe ser algo como un “golpazo a tu inteligencia”. Está bien si por ahora te sientes un poco molesto o frustrado. Pero yo puedo manejar tus procesos bastante bien y los entiendo. De hecho, es parte de mi trabajo, no te preocupes. La buena noticia es que depende de ti no necesitarme más. Depende totalmente de ti, analizar lo que trato de decirte, lo que trato de prevenir.

Cuando yo, “el síntoma”, aparezco en tu vida, no es para saludarte, no. Es para avisarte que una emoción que contuviste dentro de tu cuerpo, debe ser analizada y resuelta para no enfermarte. Deberías darte la oportunidad de preguntarte a ti mismo: ¿por qué apareció este síntoma en mi vida?, ¿qué querrá decirme? ¿Por qué está apareciendo este síntoma ahora? ¿Qué debo cambiar en mí para ya no necesitar de este síntoma?

Si dejas este trabajo de investigación, sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que has hecho años atrás. Debes consultar también con tu inconsciente, con tu corazón, con tus emociones.

Por favor, cuando yo aparezca en tu cuerpo, antes de correr al doctor para que me duerma, analiza lo que trato de decirte, de verdad que por una vez en la vida, me gustaría ser reconocido por mi trabajo, por mi excelente trabajo. Y entre más rápido hagas conciencia del por qué de mi aparición en tu cuerpo, más rápido me iré.

Poco a poco descubrirás, que entre mejor investigador seas, menos veces vendré a visitarte. Y te aseguro que llegará el día en que no me vuelvas a ver ni a sentir. Al mismo tiempo que logres ese equilibrio y perfección como “analizador” de tu vida, tus emociones, tus reacciones, tu coherencia, te garantizo que jamás volverás a consultar a un médico ni a comprar medicinas.
Por favor, déjame sin trabajo. O ¿piensas de verdad que yo disfruto lo que hago? Te invito a que reflexiones, cada que me veas aparecer, el motivo de mi visita. Te invito, a que dejes de presumirme con tus amigos y familia como si yo fuera un trofeo.

Estoy harto de que digas: “Ay pues yo sigo con mi diabetes, ya ves que soy diabético”. “Ay pues ya no aguanto el dolor en mis rodillas, ya no puedo caminar”. “Siempre yo con mis migrañas”. Me presumes como si yo fuera un tesoro del cual no piensas desprenderte jamás.

Mi trabajo es vergonzoso. Y te debería dar vergüenza presumirme ante los demás. Cada que me presumes, realmente estás diciendo: “Miren que débil soy, no soy capaz de analizar ni comprender mi propio cuerpo y mis propias emociones, no vivo en coherencia, ¡mírenme, mírenme!”

Por favor, haz conciencia, reflexiona y actúa. Entre más pronto lo hagas, más rápido me iré de tu vida.

Si dejas el trabajo sólo a tu mente, la respuesta no te llevará más allá de lo que lo ha hecho años atrás. Sin embargo, si preguntas a tu subconsciente, a tu corazón, obtendrás respuestas muy claras que verdaderamente te ayudarán a continuar adelante.


Extracto del libro "Un Curso de Sanación”