lunes, 22 de junio de 2015

El hábito de suponer y sus consecuencias

El hábito de suponer y sus consecuencias
Por: Claudio Navarro

  
¿Qué pasó? ¿Por qué lo hizo? ¿Qué va a hacer? Si te sientes tentado(a) a responder a una pregunta similar con: “Pues, no sé, pero supongo que…”, quizás sea el momento de detenerte.

A qué llevan las suposiciones

Realizar una suposición es dar por hecho algo sin molestarnos en buscar pruebas para apoyar nuestro razonamiento. Es buscar una explicación y, a continuación, reforzarla con sucesivos pensamientos y comentarios. El problema es que la persona que supone, generalmente termina creyendo aquel hecho “creado” por él mismo. Lo más grave es que, en muchos casos, más tarde ni siquiera recuerda el origen de tal afirmación.

Así que, como vemos, es muy frecuente que una simple suposición generada por la “sencilla e inocente costumbre de hablar de los demás” termine transformada en un rumor falso y, en definitiva, en una mentira.

Suponer puede arruinar la reputación de otra persona, porque aunque tú enfatices que estás expresando tu opinión solamente y no un hecho, cuando tu declaración se ha echado a “correr”, lo más probable es que se omita la parte en que dijiste que no estabas seguro.
Y, algo sorprendente: aunque no comentes tus ideas con nadie más, de todos modos puedes crear una imagen distorsionada de la persona en cuestión en tu propia mente. Y todo por una simple e inocente suposición…

Combustible de malos pensamientos

Ya sea que el diálogo se mantenga con otra persona o contigo mismo, puedes estar alimentando una mentira, una mentira dirigida a otra persona o a ti mismo. Aún si la mentira no es tomada como cierta, genera ciertas emociones y las emociones son dificilísimas de borrar. Y aún si son borradas, quedarán los residuos de la sospecha y una predisposición negativa.

Piensa en los sentimientos que generan las siguientes suposiciones:
“Seguro que ella le está siendo infiel.”
“Los más probable es que él maltrate a los niños.”
“Supongo que sus palabras no son sinceras. No creo que nos haya dicho la verdad.”

¿Por qué siempre pensamos lo peor?

Lamentablemente, la mayoría de las suposiciones que hacemos son negativas. El ser humano tiene la tendencia a dar mayor importancia a las noticias malas. Pero, ¿por qué ocurre esto? Una teoría dice que esto se debe al instinto de supervivencia, porque a través del desarrollo del ser humano se prestaba más atención cuando alguien decía: “Esa serpiente es venenosa”, que cuando alguien decía “¡Qué lindo atardecer!”

Según dicha teoría, esto llevó a que demos más peso a cosas negativas y que, por ende, le asignemos más credibilidad. En otras palabras, en forma inconsciente y para preservarnos, estamos predispuestos a pensar lo peor de las otras personas…

Comúnmente, tendemos a suponer que muchas de las cosas que suceden tienen que ver con nosotros personalmente (aunque la verdad es que en la mayoría de las ocasiones ni siquiera figuramos en la historia…), que los demás saben lo que nosotros queremos o deseamos, o que los demás reaccionarán igual que nosotros.

Ninguna de estas suposiciones es productiva y actuar basándonos en alguna de ellas puede llegar a ser devastador para todas las personas involucradas, incluyéndonos a nosotros mismos.

Que la suposición no sustituya la comunicación

¿Qué hacer si de veras te preocupa qué hizo alguien o por qué lo hizo? Eso es muy sencillo, ¡pregúntale! Un diálogo con la persona implicada es cien veces más productivo que un diálogo interno  o con un tercero. Si simplemente haces una suposición, le estás robando a la persona implicada la oportunidad de expresarse.
Cuando te cercioras de las cosas, puedes actuar con una base de información confiable. Si no te sientes cómodo preguntando directamente, tendrás que evaluar si es un asunto que realmente te incumbe. Si no, ¿no sería mejor ocuparse de otros asuntos?

Que la suposición no obstaculice tu crecimiento personal

Las suposiciones no siempre tienen que ver con el comportamiento ajeno. Existe otra clase de suposiciones que pueden convertirse en una gran traba en nuestro propio camino.

Cuando suponemos que no nos va a gustar algo que nunca hemos probado, o que no podremos aprender algo nuevo, o que nunca podremos conocer ese lugar con el que tanto soñamos, etc., estamos construyendo una “pared” que nos bloqueará el paso a nuevas experiencias. A veces asumimos que las tradiciones son ineludibles y que no hay una manera diferente de hacer las cosas. Esto sofoca nuestra creatividad y nos convierte en personas rutinarias y estancadas.


En conclusión, deberíamos evitar las suposiciones a toda costa, se trate de uno mismo o de otras personas. En cambio, verifiquemos. Preguntemos. Averigüemos. Experimentemos.

Agresión encubierta

Agresión encubierta

He aquí un fragmento del libro ''En ropa de Oveja" de George K. Simon.



Existen dos tipos básicos de agresión:
la agresión abierta y la agresión encubierta. Cuando estás determinado a tener algo y eres abierto, directo y claro en tu manera de pelear, tu comportamiento es mejor etiquetado como abiertamente agresivo. Cuando estás dispuesto a "ganar", dominar o controlar, pero eres lo suficientemente sutil, taimado o engañoso como para esconder tus intenciones, tu comportamiento es más apropiadamente etiquetado como cubiertamente agresivo. Ahora, evitar cualquier manifestación abierta de agresión, mientras que simultáneamente intimidas a otros para que te den lo que quieres, es una maniobra de manipulación muy poderosa. Es por eso que la agresión encubierta es el medio más frecuente de manipulación interpersonal

El proceso de victimización

Durante mucho tiempo, me pregunté por qué a las víctimas de la manipulación les lleva tanto tiempo ver lo que realmente ocurre en las interacciones de manipulación. Primeramente, estaba tentado a criticarlos. Pero he aprendido que quedaban embaucados por algunas razones muy importantes:

1- La agresión de un manipulador no es obvia. Nuestros instintos podrían decirnos que ellos están peleando por algo, luchando por vencernos, por obtener poder o salirse con la suya, y nos encontramos inconscientemente en la defensiva. Pero debido a que no podemos demostrar claramente una evidencia objetiva de que nos están agrediendo, no podemos fácilmente validar nuestros sentimientos.

2- Las tácticas que emplean los manipuladores pueden dar la impresión de que están sufriendo, cuidándose, defendiéndose..., casi cualquier cosa excepto una pelea. Estas tácticas son difíciles de reconocer meramente como hábiles estratagemas. Siempre tienen suficiente sentido como para hacer que una persona dude de su corazonada de que otro se está aprovechando de ellas o que están siendo abusadas. Por otro lado, las tácticas no solo te dificultan el decir consciente y objetivamente que el manipulador está peleando, sino que también te mantienen simultáneamente o conscientemente en la defensiva. Estas características los convierten en armas psicológicas altamente eficaces ante las cuales cualquiera puede ser vulnerable. Es difícil pensar claramente cuando alguien lo tiene a uno atrapado emocionalmente.

3- Todos nosotros tenemos debilidades e inseguridades, lo cual un manipulador hábil podría explotar. 

A veces, somos conscientes de esas debilidades y de cómo alguien podría usarlas para aprovecharse de nosotros. Por ejemplo, yo escucho padres decir cosas como: "Sí, sé que tengo como un botón que despierta el sentimiento de culpa."- Pero a la vez su hijo manipulador está enérgicamente presionando ese botón. Ambos pueden olvidar fácilmente qué esta pasando. Por otro lado, a veces no nos damos cuenta de nuestras vulnerabilidades más grandes. Con frecuencia, los manipuladores nos conocen mejor que nosotros mismos. Ellos saben qué botones apretar, cuando y cuán fuerte pulsarlos. Nuestra falta de auto-conocimiento nos expone a ser explotados.

4- Lo que nuestros instintos acerca de cómo es un manipulador no dicen desafía todo lo que se nos enseñó a creer acerca de la naturaleza humana. Hemos sido inundados con una psicología que hace que veamos a todos, al menos hasta un cierto punto, como temerosos, inseguros o "preocupados". Entonces, mientras nuestros instintos nos dicen que estamos lidiando con un conspirador despiadado, nuestra mente nos dice que debemos tener realmente miedo o estar heridos "por debajo". Más aún, la mayoría de nosotros odia verse como personas insensibles y crueles. Dudamos emitir juicios severos y aparentemente negativos acerca de otros. Queremos darles el beneficio de la duda y asumir que ellos realmente no esconden las intenciones malévolas que sospechamos. Estamos más aptos para dudar y culparnos por atrevernos a creer lo que nuestros instintos nos dicen acerca del carácter de nuestro manipulador. [...]

Mientras tanto, desde cierta perspectiva, podríamos decir que alguien que se dedica a tener estos comportamientos está defendiéndose algún sentido de vergüenza o culpa. Es importante darse cuenta que al momento que el agresor esta exhibiendo tal conducta, no está defendiéndose en primer lugar (es decir, intentando prevenir que ocurra un evento internamente doloroso), sino mas bien peleando por mantener su posición, obtener poder, y remover cualquier obstáculo (tanto interno como externo) a modo de obtener lo que quiere.

En toda circunstancia, ver al agresor como alguien a la defensiva es una situación propicia para la victimización.
Reconocer que ellos están principalmente en un modo ofensivo prepara mentalmente a una persona para la acción decisiva que tiene que tomar si desea evitar ser atropellada.

Por eso, pienso que es mejor cambiar el concepto acerca muchos de los comportamientos mentales (sin importar cuán "automáticos" o "inconscientes" parezcan) los cuales frecuentemente consideramos como mecanismos de defensa o tácticas de poder ofensivo, ya que las personalidades agresivas las emplean principalmente para manipular, controlar y lograr dominio sobre otros.

Más que prevenir que pase algo emocionalmente doloroso o espantoso, cualquiera que emplee estas tácticas está primordialmente tratando de asegurarse de ocurra lo que él desea.

Negación - Esto sucede cuando el agresor se niega a admitir que ha hecho algo dañino o hiriente cuando está bien claro que así fue. Es una manera de mentir (tanto a uno mismo como a los demás), acerca de sus intenciones agresivas. Esta táctica del "¿quién...yo?" es una manera de "hacerse el inocente", e invita a la víctima a sentirse sin ninguna justificación como para confrontar al agresor acerca de lo inapropiado de un comportamiento. Es también la manera en que el/la agresor/a se permite seguir haciendo lo que quiere. Esta negación no es el mismo tipo de negación que el de una persona que acaba de perder a un ser querido y no puede aceptar el dolor y la realidad de la pérdida. Eso es más bien una "defensa" contra un dolor y ansiedad insoportable. En cambio, la negación a la cual nos referimos no es un mecanismo de "defensa" sino una maniobra que el agresor utiliza para hacer desistir a los otros, echarse atrás o inclusive tal vez hacerlos sentir culpables por insinuar que estaba haciendo algo malo.

Inatención selectiva - Esta táctica es similar y a veces se la confunde con la negación. Hace referencia a los momentos en que el agresor "se hace el tonto" o ignorante. Cuando emplea esta táctica, el agresor ignora activamente las advertencias, pedidos o súplicas de los demás, y en general, se rehúsa a prestar atención a cualquier cosa que lo desvíe de sus objetivos. Con frecuencia, el agresor sabe muy bien lo que uno quiere de él cuando comienza a exhibir su actitud de "¡no quiero escucharlo!". Al usar esta táctica, el agresor activamente se resiste a someterse a la tarea de prestar atención…

Racionalización - Una racionalización es la excusa que un agresor trata de ofrecer por dedicarse a un comportamiento inapropiado o dañino. Puede ser una táctica eficaz, especialmente cuando la explicación o la justificación que el agresor ofrece tienen suficiente sentido al punto que cualquier persona con una conciencia razonable, probablemente cae en la trampa por eso. Es una táctica poderosa porque no sólo sirve para remover cualquier resistencia interna que el agresor pueda tener acerca de su proceder (aquietando cualquier escrúpulo que pueda tener) sino que también mantiene a otros lejos de sus espaldas. Si el agresor puede convencer a uno que cualquier cosa que haga se justifica, entonces tendrá más libertad para lograr sus metas sin obstáculos. […]

Desvío - Un blanco en movimiento es más difícil de golpear. Cuando tratamos de sujetar a un manipulador o de mantener la discusión focalizada en un comportamiento o asunto en particular que no nos gusta, él es un experto en saber como cambiar de tema, evadir el asunto o de alguna manera echarnos una culpa. Los manipuladores usan las técnicas de distracción y desvío para mantener alejado el foco de atención en su comportamiento, dejarnos fuera de la pista, y conservar la libertad de ejecutar sus planes ocultos de servicio a sí mismos. […]

Mentira - Frecuentemente es difícil decir cuando una persona está mintiendo en el momento que lo está haciendo. Afortunadamente, hay ocasiones en que la verdad salea la luz porque las circunstancias no corroboran la historia de alguien. Pero también hay ocasiones en que uno no sabe si fue engañado hasta que es demasiado tarde. Un modo de minimizar las posibilidades de que alguien nos engañe es recordar que, ya que las personalidades agresivas de todos los tipos no se detendrán nunca hasta lograr lo que se proponen, es de esperar que mientan y engañen.

Cabe recordar también que los manipuladores – teniendo personalidades agresivas encubiertas – tienen tendencia a mentir de manera sutil, encubierta. Los tribunales son bien concientes de las muchas maneras en que la gente miente, ya que exigen que bajo juramento en la corte los testigos digan "la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad". Con frecuencia los manipuladores mienten ocultando una cantidad significativa de verdad o distorsionándola. Son adeptos a ser imprecisos cuando se les hacen preguntas directas. Esta es una manera especialmente hábil de omitir la mentira. Recuerde esto al lidiar con un sospechoso de ser un lobo en piel de oveja.

Intimidación encubierta - Los agresores amenazan frecuentemente a sus víctimas para mantenerlas ansiosas, aprensivas y en una posición de inferioridad. Los agresivos encubiertos intimidan a sus víctimas haciendo amenazas veladas (sutiles, indirectas o tácitas). La activación de la culpa y la vergüenza son dos de las armas favoritas del agresivo encubierto. Ambas son tácticas especiales de intimidación.

Activación de la culpa - Una cosa que las personalidades agresivas saben bien es que los otros tipos de personas tienen consciencias muy diferentes a la suya. A menudo los manipuladores son expertos a la hora de utilizar lo que ellos ven como una mayor capacidad de consciencia acerca de sus víctimas como un medio de mantenerlos en una posición auto-dubitativa, ansiosa y sumisa. Cuanto más concienzuda sea la víctima potencial, más servirá de arma la culpa.

Todas las personalidades agresivas usan la activación de la culpa tan frecuente y efectivamente como táctica de manipulación que creo que eso ilustra lo fundamentalmente diferentes de carácter que son comparados con otras personalidades (especialmente neuróticas). Todo lo que un manipulador tiene que hacer es sugerir a la persona concienzuda que no ésta no le da la suficiente importancia, que es demasiado egoísta, etc. Y esa persona inmediatamente comienza a sentirse mal. Por el contrario, una persona con consciencia moral podría intentar incansablemente lograr que un manipulador (o cualquier otra personalidad agresiva) se sienta mal por su comportamiento dañino, reconozca su responsabilidad, admita su accionar incorrecto, hasta más no poder, sin obtener resultados.

Vergüenza - Esta técnica consiste en usar un sarcasmo sutil y dar explicaciones que aumenten en los demás el miedo y la duda de uno mismo. Los agresivos encubiertos emplean esta táctica para hacer que los otros se sientan inadecuados e indignos, y de esta manera, diferir con ellos. Es una manera eficaz de abrigar una continua sensación de inadecuación en el individuo más débil, permitiendo de esta manera a un agresor mantener una posición de dominio. […]

Adopción del papel de víctima - Esta táctica incluye retratarse a sí mismo como una víctima inocente de las circunstancias o del comportamiento de alguien más con el objetivo de obtener simpatía, evocar compasión y de esta manera obtener algo de otro. Algo que las personalidades agresivas encubiertas tienen en cuenta es que las personas menos crueles y hostiles, por lo general no pueden soportar presenciar el sufrimiento de otros. Por eso, la táctica es simple. “Convence a tu víctima de que estás sufriendo de alguna manera, y tratará de aliviar tu angustia.” […]

Humillación a la víctima - Esta táctica es utilizada frecuentemente juntos con la de hacerse pasar por víctima. El agresor emplea esta táctica para aparentar que solamente está respondiendo (es decir: defendiéndose a sí mismo) de una agresión por parte de la víctima. Esto le permite al agresor poner a la víctima aún más en la defensiva. […]

Adopción del papel de sirviente –Los agresivos encubiertos emplean esta táctica para encubrir sus fines egoístas, disfrazándolos de algo al servicio de una causa noble. Es una táctica común pero difícil de reconocer. Al simular estar trabajando por el bien de alguien más, el agresivo encubierto oculta su propia ambición, deseo de poder, y búsqueda de una posición de dominio sobre otros. […]

Un escándalo reciente que envolvió a un tele-evangelista resultó en que los dirigentes de su iglesia lo censuraran por un año. Pero él le dijo a su congregación que no podría detener su ministerio porque tenía que ser fiel a la voluntad del Señor. (Supuestamente Dios le había hablado y dicho que no se fuera). Este ministro estaba desafiando claramente la autoridad establecida de su iglesia. Aún así se presentó como una persona humildemente sumisa a la autoridad "superior". Una característica típica de las personalidades agresivas encubiertas es la de profesar sumisión en voz alta mientras que pelean por el dominio.

Seducción - Las personalidades agresivas encubiertas son adeptas a encantar, alabar, congratularse o apoyar abiertamente a otros con el objetivo de lograr bajar sus defensas y obtener su confianza y lealtad. Los agresivos encubiertos son también particularmente conscientes de la gente que es hasta cierto punto necesitada y dependiente a nivel emocional (y eso incluye a la mayoría de la gente que no sufre de ningún trastorno psicológico). De quienes quieren principalmente aprobación, consuelo, y sentirse valorados y necesitados. Aparentar ser atento a estas necesidades puede ser el pasaje del manipulador hacia un poder increíble sobre los demás.

Proyección de la culpa (culpar a otros) - Las personalidades agresivas siempre están buscando una manera de invertir la culpa por su comportamiento agresivo. No sólo tienen la habilidad de encontrar chivos expiatorios, sino que también son expertos en hacerlo tan sutilmente que es difícil detectar sus tácticas.

Minimización - Esta táctica es una manera infalible de negación combinada con racionalización. Al emplear esta maniobra, el agresor está intentando imponer la idea de que su comportamiento abusivo no es realmente tan dañino o irresponsable como otros podrían afirmar. Es el intento del agresor de reducir todo a algo lo más insignificante posible.


He presentado las tácticas principales empleadas por los agresivos encubiertos usan para manipular y controlar a otros. No siempre son fáciles de reconocer. Aunque todas las personalidades agresivas tienden a utilizar estas tácticas, los agresivos encubiertos generalmente lo hacen con mucha habilidad, sutilmente y de un modo experto. Cualquiera que lidie con una personalidad agresiva y que desee evitar ser engañada necesitará agudizar sus instintos frente al uso de estas tácticas.

domingo, 21 de junio de 2015

Familia T​ó​xica : El enemigo en casa

Familia T​ó​xica : El enemigo en casa 



Todos tenemos una familia, nacemos en un núcleo que previamente elegimos, pero no somos conscientes del “premio” hasta que es demasiado tarde. Unos tienen la suerte de encontrar en ella su apoyo y su guía y otros tienen en ellos a su peor enemigo. Si tienes la fortuna de tener una familia idílica es probable que no te sientas identificado, o no logres a discernir lo que es una familia tóxica.


Quien mas, quien menos ha chocado frontalmente con algún miembro de su núcleo familiar, también es mas común de lo que parece, tener varios frentes abiertos con cada uno de los miembros que forman tu familia. Esos seres con los que te une un nudo férreo, a los que estas unido por el lazo irrompible de la sangre, pueden hacer de tu casa un autentico Pandemónium, un infierno comprimido y asfixiante en el que ninguna penitencia parece aliviar su fuego.

A poco que seas una persona abierta de mente, puedes llegar a pensar que arrastras una gran cantidad de karma y esa relación hiriente que mantienes con tus seres queridos, es una forma de purgar todo ese saldo karmico que llevas a tus espaldas de otras encarnaciones, incluso puede que pienses que te lo mereces de algún modo, el chantaje emocional, la indiferencia y el desapego que te proyectan pueden llegar a hacerte pensar que eres tu el culpable y que aquello que te sucede realmente lo mereces, sufres porque eres el malo y tu entorno te lo recuerda a cada minuto.

Lo normal en muchas familias, es que cuando hay un miembro que se muestra capaz, independiente y resuelto con el entorno, un ser que agarra con fuerza su timón y se guía por la vida allí donde se propone, termine levantando las iras y las envidias más feroces de sus progenitores. Un polluelo que no necesita lecciones para emprender el vuelo, es un desagradecido y merece su rechazo más absoluto. Por regla general, los progenitores no reciben con agrado que un hijo pueda aleccionar y dar ejemplo, ellos o no supieron o no tuvieron el valor de enfocar sus vidas de la manera que idearon y desprecian irracionalmente a su vástago por lograr lo que ellos no se atrevieron emprender.

Utiliza esa situación angustiosa que mastica tu familia en tu provecho, quizás es la manera que proyectaste, para que te vieras obligado a emprender tu camino en solitario. Una familia opresora y castrante es el impulso que necesitas para salir y encontrarte a ti mismo, Encontraras indiferencia y rechazo, ese será el ultimo empujón que necesitabas. Tomar un rumbo distinto al que te ofrece hasta ese momento la vida, en esa especie de bucle sin salida, sin progresos, sin metas, para desarrollarte como persona, encontrar tus verdaderos dones, desarrollarlos y perfeccionarlos. Convertirte por ti mismo, en un ser completamente nuevo con un bagaje amplio y unas experiencias que te hagan crecer y evolucionar.

Quedarte anquilosado en ese núcleo que crees el mejor por que esa institución familiar dicta que la tradición y el orgullo es lo que la identifica, lo que la define y la diferencia. Que la sangre debe permanecer unida y ser una roca, pero en tu interior no te identificas con nada de esto. Salir y enfrentarte al mundo solo, es la vía no solo de escape, si no que te permita saber quien eres y de lo que eres capaz, esto solo se aprende con la experiencia y en solitario. Si no yerras una y otra vez, nunca aprenderás y este paso por la vida será como un cero a la izquierda, en tu casillero de experiencias.


Con el paso del tiempo y una vez madurada y reposada tu vida en el conocimiento y la experiencia de vivir en consecuencia con tus propias decisiones, puede que el regreso a casa sea distinto, la vida te ha dado las herramientas para lidiar con esas personas cerradas, y puedas emprender de nuevo esa relación, construyéndola con otros lazos distintos. En el peor de los casos, te darás cuenta de que poco o nada a cambiado y bendecirás el momento que decidiste partir y encontrar tu lugar en el mundo.

No debemos obligarnos a permanecer al lado de aquel que nos hace daño, no debemos caer en falsos chantajes, amor con prebendas y sentimientos de posesión. Nadie por mucha sangre que lleves de ella en tus venas, tiene mas autoridad sobre ti que tú, y por supuesto nadie te conoce mejor que tu mismo. Tu intuición, tu criterio y tu sentido común deben ser la brújula que te marque la dirección correcta. No hay que tener miedo al error, ya que gracias a el te convertirás en mejor persona, forjaras carácter y enriquecerás tu personalidad. Permanecer encarcelado en una relación tóxica solo por el lazo que te une a ellos, impedirá que despliegues las alas de tu autoconocimiento y vueles hacia horizontes donde la sabiduría y la experiencia te esperan con los brazos abiertos.

Si por el contrario disfrutas de una familia que te enriquece y te aporta conocimiento, disfruta de tu premio, ya que la necesidad de expandir tus horizontes, quizás no sean tan apremiantes. Debemos permanecer al lado de todo aquel que nos enriquece y nos hace mejores y debemos apartarnos de aquellos que nos hacen reincidir en nuestro peor defecto, nos obliga a tropezarnos una y otra veza con nuestro ego y limita nuestra expansión mental y social. Nunca debemos arrepentirnos de lo que hicimos. Por muy mal que nos resulte esta empresa, por muy traumática que sea la experiencia, siempre será mejor haber errado que el no haberlo intentado al menos.

Por muy toxico que sea tu entorno familiar, si este ambiente te empuja a buscar tu ubicación en este mundo, no puedes mas que dar las gracias. Ellos inconscientemente te ayudaron a dar con la senda que te permitió hallarte entre un mar de caos y dudas, dar con el sentido a esta vida y desarrollar tus propios dones, para convertirte en ese instrumento perfectamente afinado que hay en ti, es una gran recompensa. Agradece a esos que te oprimieron ya que sin esa negatividad no hubieras encontrado tu positividad, gracias a esa oscuridad hallaste el modo de encender tu luz e iluminar tu camino.

Como vivir con personas Negativas 

Una vez asumes y eres consciente de que tu entorno familiar no es sano, que tus energías te abandonan en todos y cada uno de los conflictos inútiles que tienes con ellos y sabes que no tienes escapatoria a corto plazo. ¿Qué se puede hacer?. Una vez que eres consciente de que las personas que te rodean son de corte negativo, que constantemente tienes ante ti un festival de dramas, victimismos y culpabilidades, que te perjudica anímicamente y mina tu moral. Esas personas que no paran de regodearse en lo que pudo ser (el famoso “y si…”), un temor perenne a lo que puede llegar, una vida anclada en el pasado o temerosa del futuro o incluso ambas. Asimilan y absorben el dolor ajeno y lo asumen como propio, retroalimentándose una y otra vez en ese bucle sin fin de negatividad.

Tú como ser humano positivo, te dejas llevar por la lógica empática y tratas de sacar a ese ser querido de ese bucle infinito de dramas, intentas con todas tus ganas rescatarlo de las garras de la negatividad, te sacrificas por aportar algo de luz a esa oscuridad y finalmente eres absorbido por ese tifón. Cuando pasa la tormenta tú terminas exhausto y sin embargo, el ser negativo que convive contigo sale exultante y victorioso, se embarro de la negatividad que tanto le gusta y saco de ti toda tu energía. 

Las personas negativas son muy activas y no descansaran hasta lograr su propósito.

Es importante asumir que esas personas no quieren cambiar, si no son conscientes de su negatividad, el problema no es de ellos, y reflejaran en nosotros toda su frustración al tomarse como una afrenta todos nuestros esfuerzos por cambiar su polaridad.

Si intuyes próximo un nuevo aluvión negativo, otra nueva oleada de drama, dolor y victimismo insano e inútil, un ejercicio de auto regodeo que no te aporta, pero que no puedes eludir de ningún modo, prepárate. Ante todo cambia tu actitud, evita la confrontación, evita el esfuerzo inútil de intentar por todos los medios el cambio en el otro.

Apaga tu sentimiento empático, ya que esa persona no busca nuestra empatía, solo quiere celebrar su dolor y disfrutar de el, pero no solo. Mantén una actitud neutra y deja que la tormenta descargue, no intentes resistir y deja fluir toda esa negatividad si que te toque o te afecte. No intervengas, un gesto de replica puede ser identificado, como un gesto de aprobación y por defecto doblara su dosis. Una vez logres que esa persona no se lleve de ti lo que busca y se de cuenta de ello, terminara por obviarte y buscar otra presa.

No debemos caer en ningún tipo de chantaje emocional, ya que buscaran con ello que caigas y vuelvas al redil. No debemos ser presas fáciles y caer en las mismas trampas de siempre, esas que apelan a nuestros sentimientos, para lograr de nosotros satisfacer su egoísmo. No te inmoles pensando que lograras salvar a ese ser querido, nadie quiere ser salvado, porque nadie reconocerá que necesita tu ayuda, si esa persona no es consciente de su aptitud no habrá quien la saque de ahí, solo puedes procurar que eso no te afecte. 


Mantenernos neutros, calmados y equilibrados 
es la clave para lidiar con la negatividad.

Si por el contrario notamos algún atisbo de conciencia, de que ese ser próximo con el que convivimos, empieza a ser consciente de su negatividad, es el momento de iniciar nuestro plan de rescate. No es cuestión de aleccionar, ni de mostrar lo malos que han sido con nosotros, no podemos atacar con sus armas.

Por el contrario debemos mostrar lo benéfico que puede ser para ellos un nuevo campo de visión ante la vida, mostrarles con nuestro propio ejemplo que al contrario que las leyes de la física, lo negativo solo atrae a lo negativo y que un cambio de aptitud volcara irremediablemente su balanza. Mostrarles que el pasado no se puede cambiar, y que el futuro es algo que escapa a nuestro control, que trabajando convenientemente nuestro presente podemos mejorar el futuro, que lo que importa es lo que vives ahora.

Hacerles entender que la enfermedad crece en estados negativos, que con una aptitud sana y positiva, no hay enfermedad que sobreviva. Alimentar culpas pasadas tampoco ayuda, el pasado debe ser recordado solo para no repetirlo, aprender del error para no volver a cometerlo es la única lectura que podemos hacer del pasado. Para curar los estados depresivos solo debemos aterrizar en el hoy, levantarse y empezar a andar en el presente, cura cualquier tropiezo del pasado.

Salir de los estados de ansiedad también es parecido, vivir en la anticipación no evitara que lo que tenga que suceder ocurra, debemos tomar la existencia como una lección que tenemos que vivir si o si, por que es necesaria para nosotros, porque gracias a esa experiencia podremos aprender y sacar una lectura positiva y responder nuestras propias dudas.

Todos tenemos alguien negativo alrededor nuestro, lo mejor para nosotros es evitar, en lo posible a este tipo de personas, si es un amigo plantéate seriamente que es lo que te une a él o a ella y que te aporta esa amistad, no quiere decir que cortes de forma radical, pero si que quizás espacies esos encuentros. Si es en un entorno laboral, evita los periodos de exposición largos, es difícil sobre todo si se trata de un jefe o un compañero muy próximo. Sea como sea mantenernos firmes y tratar que estropeen nuestro estado anímico será una tarea titánica que completar diariamente.

Debemos tener presentes que las personas negativas son muy activas, tienen personalidades con múltiples carencias y trataran contrarrestar su baja autoestima minando la tuya. Son personas que solo ven y potencian sus defectos, enmascaran deliberadamente sus virtudes para continuar alimentando su papel de víctima. Son envidiosas por naturaleza, buscaran aquello que te enriquece y te hace feliz y lo destruirán, pondrán todos sus recursos en juego para salir victoriosos, si por un instante logran hacer que tu estima se desplome les estarás otorgando una victoria y a su vez, les darás una razón para insistir.

Es difícil no caer y dejarnos llevar por nuestros bajos instintos, tropezar con nuestro ego y volver a caer en su juego, no lo permitas, potencia y eleva tu estima y mantén tu positivismo, eleva tu sentido del humor es el mejor escudo para repeler cualquier envite.

Como sobrevivir al Rechazo
La familia puede ser un gran apoyo, puede ser el pilar sobre el que construir una personalidad sana y segura, la familia puede elevar tu autoestima hasta niveles insospechados y puede alumbrar lo mejor que hay en ti, pero eso no pasa siempre, de hecho, son las familias, los seres mas queridos y mas cercanos, los que provocan los mayores fracasos, son el foco de los mayores conflictos y son la maquinaria perfecta para la creación de traumas.

La familia que no “eliges”, la que esta ahí cuando naces y que con suerte se multiplica llenando tu existencia de acompañantes que como tú, inician sus días a tu lado con el único propósito de competir y zancadillearte una y otra vez. Son los hermanos los que iniciaran una lucha sin tregua por la atención y el amor paternal, tratando de unificar el foco de atención sobre si mismo, restando en tamaño tu parcela de cariño y provocando el rechazo.

En la familia existen multitud de formas de rechazo y de cómo propiciar que este desemboque. Por regla general si destacas en el núcleo paterno filial, estarás provocando que tus hermanos se conviertan en enemigos, estos aprovecharan cualquier tropiezo para utilizarlo a su favor y desviar la atención paternal, y comenzar una campaña de desprestigio sistemático, que de cómo resultado tu exclusión y posterior rechazo. Una vez se dan las pautas necesarias para que la exclusión sea efectiva, tu familia tratara por todos los medios que cualquier gesto de proximidad, sea malinterpretado, rechazado y desviado del foco de atención progenitora.

Toda esta campaña de rechazo ira inevitablemente acompañada de una sistemática y cansina cantinela de despropósitos dirigidos sibilinamente hacia tu persona, con el fin de tratar de fabricar un enemigo global de la familia, un integrante que de permitir su reentrada, provocaría el desmembramiento de el resto de sus integrantes y por ende, la desintegración, provocando el miedo y la inseguridad paternal, instalando en la mente de los progenitores la ilusión de que es mejor estar tuerto que ciego y justificar así la ausencia de uno de los miembros.

El mayor desencadenante del rechazo es la envidia. Destacar sobre el resto o simplemente, no llegar a desarrollar una personalidad gregaria, y ser por contra independiente y seguro, desencadena la peor de las tormentas políticas en el seno de cualquier familia. La mayoría de las veces los progenitores actúan de llama, que hace que esa mecha prenda, marcando diferencias y mostrando constantes comparaciones entre los distintos hijos, provocaran que estos activen sus mecanismos de defensas mas primarios y luchen de la forma mas sangrienta  y agresiva por la atención del progenitor.

Esa aprobación que calma a la fiera, la mano en el lomo que tratan de conseguir a toda costa, mostrando una constante, infinita e insaciable necesidad de atención paternal. Esto es muy antiguo, desde Caín y Abel, los conflictos familiares se han ido refinando hasta lograr dramas difíciles de superar, vidas marcadas y traumadas, por un rechazo familiar, por un tratar de ser uno mismo, por tratar de formarte y forjarte en un ser completo e independiente, chocas con las aspiraciones parasitarias del resto de los miembros y termina por provocar la salida forzada del núcleo.

Una vez este rechazo y la exclusión es mas que palpable, una vez han logrado que la atención sea desviada y seas etiquetado como la causa de todos los desvelos paterno filiares, el único camino que te queda es el que tu mismo te construyes. Ya demostraste ser independiente y capaz de volar por ti mismo, ya dejaste patente que tu necesidad de dosis paternal era baja, pues es ahora cuando tienes que demostrarlo. Por suerte no te hacen falta y demuestras desenvolverte perfectamente en el mundo sin la necesidad del visto bueno de ninguna figura paternal, que te de la palmadita en la espalda y te diga lo bueno que eres.

Estas solo, física y literalmente solo, ahora es cuando debes demostrar lo que vales, aunque esto no te supondrá ningún esfuerzo, porque en tu interior ya lo sabes. Te enfrentas al mundo y este te hace reverencias, es fácil que la vida te sonría, pero que jamás logres contestarte muchos de los porqués que rondan tu cabeza, es fácil que esas preguntas nunca sean contestadas, porque básicamente el ego de las personas impide que reconozcan sus errores, desde luego esto es lo normal. Rectificar y pedir perdón es un esfuerzo titánico en aquellos que sus carencias le impiden ver sus dones y reconocerse autores de una conspiración domestica.

Aunque trates de realizar periódicos acercamientos, lo único que obtendrás, será la visión de su indiferencia y sus anchas espaldas al marcharse, todo esto no se aclarara hasta que deba aclararse, aquí es solo cuestión se sentarse a esperar que los acontecimientos se suceden y los ojos se abran. Este tipo de rechazos solo los cura el tiempo, pueden que pasen décadas, pero tarde o temprano se terminaran desencadenando unos acontecimientos que pongan todas las cosas en su sitio.

Cuando el rechazo procede directamente de los progenitores, sin que exista influencia externa, es debido a que estos suelen tender a fabricar un reflejo de si mismos en sus hijos y tratan de moldearlos a su imagen, rectificando esos errores que propiciaron que no lograran realizarse a si mismos, pero los hijos suelen tener sus propios planes y su propia personalidad, lo que provoca el conflicto y el posterior rechazo. También se suele dar el caso de que es el hijo el que se convierte en maestro de sus propios padres, este con su personalidad y su forma de desenvolverse en el entorno, provoca que los progenitores se queden sin argumentos y queden anulados por su propia progenie lo que es un ataque a su autoestima y ala figura de poder que representan y provoca el consiguiente rechazo como consecuencia directa.

Sobrevivir al rechazo depende en gran medida de dosificar tu necesidad de aprobación paternal, superar la soledad y crearte el entorno en el que construir tu propio oasis familiar, en el que crear un buen clima y evitar repetir los errores que propiciaron el aborto tardío de tu entorno familiar original. Es difícil asumir el rechazo, desde pequeños se instala en nuestro subconsciente que tus padres son tus guías, tus maestros, tu coraza y quedarte desnudo y desprotegido, es un licor verdaderamente amargo, muy difícil de tragar, pero evidentemente no imposible.

Todos en mayor o menor medida han sufrido algún tipo de rechazo familiar, la familia no es perfecta no es para nada una garantía de éxito y esta en nosotros el deber de enfocar debidamente cada situación y saber reconocer el conflicto y tratar de solucionar en la medida de lo conscientes que seamos del mismo.

Con las familias tóxicas no existen soluciones estándar, cada familia es un universo en continua eclosión y el parto de las posibles soluciones, para por concienciarnos del papel que jugamos en cada una de las situaciones que se desencadenan alrededor nuestro. Parar y recapacitar en el mejor aliado que tendremos, no dejarnos llevar por la corriente, evitar participar en el drama en la medida de lo posible y tratar de rectificar aquello que podamos ser participes y coautores.

Quizás no eres el rechazado, pero inconscientemente estas participando en un proceso inquisitorio, repasa y revisa tus acciones y trata de curar esas situaciones en las que fuiste el actor principal. Tampoco es recomendable tomar el papel de víctimas, este rol es la peor solución a cualquier problema que surja en una familia, ser responsables, maduros y conscientes, asumir aquello que provoco tu desacertada acción y rectificarla es el mayor síntoma de consciencia y madurez que conseguirás desarrollar en tu vida.


In: http://lacosechadealmas.blogspot.com

La zona de confort


LA ZONA DE CONFORT 

El miedo causa estragos en nuestros éxitos. En el amor, en el trabajo, en la vida. Lo peor es no tener consciencia de lo que eres capaz de no-hacer por miedo.

Y nos quedamos en la zona de confort, esclavos de nuestras creencias, percepciones y emociones que nos empequeñecen y nos impiden conseguir aquello para lo que estamos hechos (una persona, un trabajo, un sueño).

La zona de confort, al contrario de lo que pueda parecer por su nombre, es la más peligrosa de todas las zonas. Es un estado mental donde nos encontramos cómodos con nuestra vida actual, con nuestras aspiraciones cubiertas y sin presiones, lo que nos impide arriesgar, buscar, salir, cambiar, MEJORAR.

"La gente que evita el fracaso también evita el éxito”
Robert Kiyosaki.

La tendencia natural del ser humano es la de buscar seguridad; y una vez conseguida cuesta salir de ahí. Nos da miedo. Miedo a fracasar, al rechazo, a perder, al cambio, ... pero intentarlo es de valientes; quien no lo intenta ya ha perdido.

Salir de esa zona de seguridad es peligroso, porque puedes perder. Pero también puedes ganar.

Hay personas que nunca sabrán si ganarán o perderán, porque nunca lo intentarán. El miedo les sirve como refugio, excusa y respuesta, y superarlo supondría encontrarse a sí mismos, con sus limitaciones y oportunidades, virtudes y defectos, y, como decía Neruda, " esa podrá ser la más feliz o más amarga de tus horas..."

Cuando uno funciona dentro de los límites de la zona de confort, obtiene el beneficio de sentir la sensación de seguridad, tranquilidad y confianza que viene con vivir una vida en la que se sigue haciendo las cosas de la manera en que siempre se han hecho. Estoy seguro de que has conocido a personas que viven vidas que se caracterizan por la conformidad, la rutina y la monotonía. Tal vez ellos han estado en la misma posición y en un mismo lugar durante años y años.

Pero es que permanecer en su zona de confort significa aborrecer el cambio. Se puede manifestar cuando alguien es muy rígido y poco dispuesto a aceptar nuevas ideas e información. La zona de confort es sinónimo de zona de peligro. Es muy tentador permanecer allí por un largo período de tiempo sin darse cuenta de que hay que liberarse de ella. Aceptar el cambio es la única manera de salir del puesto de control mental creado por la zona de confort.

Entonces, ¿lo intentas?

"Los barcos están seguros en el puerto, 
aunque no fueron para eso construidos”

 Shakespeare

sábado, 20 de junio de 2015

¿Por qué la gente no se cura?

¿Por qué la gente no se cura?

No podemos ayudarUn médico intuitivo tuvo una perspectiva única sobre por qué las personas no se curan. Él solía pensar que todo el mundo quería ser sanado. Y llegó a la conclusión de que “La sanación es muy poco atractiva”.

Los impedimentos para la curación incluyen renunciar a vivir en el pasado, dejar de ser víctima, y el miedo al cambio. Dirigir el pensamiento y la energía hacia el pasado desvía la fuerza vital de las células y los órganos que necesitan esa energía para funcionar y sanar.

La curación requiere vivir en el presente, recuperando la energía de los traumas y heridas del pasado. Dice que la única razón para alimentar y mantener vivo el pasado es a causa de la amargura de lo que pasó.

Negarse a perdonar un evento o a una persona del pasado produce fugas energéticas del cuerpo. El perdón sana estas filtraciones. El perdón no tiene nada que ver con no responsabilizar a otros por las heridas que causaron.

Tiene más que ver con “liberarnos de la percepción de víctima”.

Cuando podemos ver un acto doloroso como parte del proceso de la vida, como un mensaje o un desafío en lugar de una traición personal, la energía vital fluye de vuelta a los circuitos de energía del cuerpo físico.

Las personas no se curan porque no se han liberado de la ilusión de ser víctima. Con demasiada frecuencia, la gente obtiene poder con sus heridas porque han encontrado que suscita el apoyo de otros.

Las heridas se convierten en un medio de manipular y controlar a los demás.
Generalmente, la recuperación requiere hacer cambios en el estilo de vida, medio ambiente, y relaciones. El cambio puede ser aterrador.

Es fácil mantenerse en un compás de espera, alegando que uno no sabe qué hacer, pero rara vez es cierto. Cuando estamos en un compás de espera, es porque sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero estamos aterrorizados para actuar en consecuencia…

El cambio es alarmante, y la espera da sensación de seguridad, cuando la única manera de adquirir ese sentimiento de seguridad es entrar en el torbellino de los cambios y salir por otro lado, sentirse vivo otra vez.

La sanación requiere acción. 

Comer adecuadamente, hacer ejercicio diario, tomar el medicamento adecuado a través de las hierbas naturales, genera cambios saludables en el físico.

Soltar el pasado, dejar puestos de trabajo estresantes o relaciones inadecuadas, son acciones que sostienen la energía del cuerpo.

Lo que apoya al uno apoya al otro, porque la energía física y energética están inextricablemente unidas.

Incluso el proceso de morir, al que todos nos enfrentamos, puede convertirse en un acto de sanación de viejas heridas que son liberadas resolviendo asuntos pendientes con los seres queridos.

En definitiva: El cambio viene de aprender a amar toda situación en todo momento, aprender a fluir, ser amor en acción.



Fuente: María de los Ángeles Rodeiro- Proyecto de Oruga a Mariposa