El
cerebro activa diferentes regiones dependiendo de la intensidad de cada emoción
Un equipo
europeo de científicos ha descubierto que el cerebro activa diferentes regiones
para la gestión de las emociones, usando el córtex prefrontal medio para los
momentos iniciales y la ínsula para los mecanismos de compensación. El
descubrimiento abre nuevos caminos al tratamiento de enfermedades como la
depresión, el estrés post-traumático o los trastornos de personalidad.
Un equipo internacional de científicos ha identificado
las regiones cerebrales implicadas en las diferentes fases de los procesos
emocionales y constatado que las bases neuronales de las emociones varían en
función del tiempo en el que se desarrolla la emoción.
Aunque ya se sabía que las emociones varían a lo largo
del tiempo, comprender sus variaciones, su dinámica y las regiones cerebrales
implicadas en estos procesos necesita nuevos desarrollos desde un punto de
vista terapéutico.
Hay que tener en cuenta que las variaciones emocionales
son un factor determinante en la aparición de enfermedades mentales como la
depresión, el estrés post-traumático e incluso los trastornos de personalidad
graves.
Conocer lo que pasa dentro de nosotros cuando sentimos
una emoción y cómo esta emoción evoluciona a lo largo del tiempo, ha sido el
campo de investigación de una disciplina conocida como dinámica de las
emociones.
Las emociones siguen una serie de patrones bien
conocidos. Una emoción puede surgir de pronto o progresivamente, por lo
que se habla del grado de explosividad de una emoción. Una vez planteada, surge
la fase de compensación de la emoción, es decir, su intensificación o
atenuación a lo largo del tiempo, evaluada por su grado de acumulación.
Las bases cerebrales de estas dos fases y sus
eventuales variaciones a lo largo del tiempo no son conocidas, aunque recientes
investigaciones han identificado a algunas regiones cerebrales implicadas en el
surgimiento de las emociones, como el córtex prefrontal medio, la amígdala o la
ínsula.
Lo que ha pretendido esta investigación es avanzar en
este campo y determinar cómo varía la actividad de las diferentes regiones
cerebrales a lo largo de las diferentes fases de una experiencia emocional.
31 voluntarios
Para conseguirlo, los investigadores, del
Instituto del Cerebro y de la Médula Espinal (Francia), de la Universidad Ku
Leuven (Bélgica) y de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), realizaron
un experimento en el que participaron 31 voluntarios. Los resultados se
publican en la revista Social Cognitive and Affective Neuroscience (SCAN).
Los investigadores pidieron a los participantes
redactar algunos textos cortos sobre temas personales, como sus sueños o
aspiraciones. Estos textos fueron analizados por expertos para deducir la personalidad
de cada uno de ellos.
Lo importante del experimento es que todos los
voluntarios recibieron los mismos comentarios negativos o neutros sobre su
personalidad, independientemente de lo que habían escrito, con la finalidad de
provocar una reacción emocional que pudiera ser analizada.
En la siguiente fase del experimento, se pidió a
los participantes leer y reflexionar sobre los comentarios de los expertos
relativos a su personalidad durante 90 segundos, y señalar los cambios
emocionales que habían notado en ese tiempo.
Mientras pasaba todo esto, la actividad cerebral de
los participantes era observada mediante imágenes de resonancia magnética
funcional (IRMf), que permite registrar en tiempo real la activación de las
diferentes regiones cerebrales.
De esta forma, los investigadores pudieron estudiar
las regiones del cerebro implicadas en la explosividad y la acumulación de
respuestas emocionales como consecuencia de una experiencia social negativa
(los comentarios sobre su personalidad). Este tipo de experiencias es conocida
por generar respuestas emocionales que duran un tiempo y que permiten por ello
diferenciar sus dos fases.
Reacción cerebral dinámica
Los resultados del experimento ponen de manifiesto que
las fases de inicio y de compensación de las emociones son los dos factores más
importantes en los cambios emocionales que ocurren a lo largo del tiempo, y que
están asociados a diferentes regiones del cerebro.
El nivel de la explosividad y surgimiento de la
emoción está relacionado con la actividad en el córtex prefrontal medio. Esta
región se cree que está implicada en la percepción que uno tiene de sí mismo.
Su activación podría reflejar la diferencia entre la evaluación de la
personalidad realizada por los expertos y la idea de sí mismo que tiene cada
uno de los participantes.
El nivel de compensación de la emoción, que mide su
intensificación o atenuación a lo largo del tiempo, está relacionado, a su vez,
con la activación de la parte posterior de la ínsula, una región del cerebro
conocida por jugar un papel importante en la integración de las señales
emocionales.
Este estudio es el primero que demuestra que la
actividad de las regiones cerebrales orquesta la respuesta emocional y su
dinámica a lo largo del tiempo. Subraya además la importancia de tener en
cuenta esta dimensión temporal para comprender las bases cerebrales de la
evolución de las emociones, desde que se inician hasta que se atenúan, como
consecuencia de un proceso de exclusión social. Estos resultados pueden ayudar
en consecuencia a un mejor tratamiento de los trastornos relacionados con la
salud mental, según explican los investigadores en un comunicado.
Referencia
The neural basis of emotions varies over time: Different
regions go with onset- and offset-bound processes underlying emotion intensity.
Soc Cogn Affect Neurosci. 2017 Apr 11. DOI: 10.1093/scan/nsx051
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