Las plantas
también tienen nervios, pero no tienen la misma complejidad de relación y
plexo, como en el ser humano y en el animal. Ambos reinos contienen la misma
agrupación general de nervios, centros de fuerza y canales, y tienen una
columna vertebral y un cerebro. Esta organización del mecanismo de respuesta
sensible constituye en realidad la densificación del cuerpo etérico sutil.
Tanto la
homeopatía como la Terapia Floral comparten una serie de aspectos en común que
hacen posible la utilización simultánea de ambos grupos de remedios, lográndose
efectos terapéuticos altamente satisfactorios a partir de la sinergia que se
establece.
Al conocer
los fundamentos de ambos sistemas de Salud Natural, se comienzan a ampliar las
posibilidades de combinatorias.
La lucidez
se advierte en la facultad que tienen las plantas de buscar el sol, lo cual
prácticamente no existe en el reino mineral.
El doctor
Edward Bach, el médico inglés que creó estos remedios florales, nació en 1886.
En 1928 descubre el Mimulus, el primero de sus 38 remedios. Luego se traslada a
Gales para continuar su tarea. Así, descubre que las flores son la parte más
energética de las plantas, eligiendo dos métodos de preparación de esencias:
1.
Método solar: Los pétalos de las plantas se colocan al
sol en un recipiente de vidrio, con medio litro de agua de manantial, por un
período de 3 a 4 horas. La energía concentrada pasa al líquido obteniéndose la
“tintura madre”, a la que se agrega la misma cantidad de brandy o cognac.
2.
Método de cocción: brotes, ramitas y hojas del arbusto
o árbol se combinan con un litro de agua de manantial y se pone a hervir
durante media hora. Ya frío, se filtra y se aplica el procedimiento de
combinación alcohólica.
La
homeopatía es una medicina creada por Samuel Hahnemann (1755-1843) y encuentra
sus fundamentos en los siguientes principios y leyes:
- Ley
de los semejantes
Precisamente
el nombre de la Homeopatía deriva de esta ley, ya que puede entenderse como un
proceso terapéutico que procura la curación de un individuo, por medio de la
utilización de “elementos” semejantes a la enfermedad que debe tratarse. Esta
ley establece que “una sustancia que en dosis tóxicas es capaz de provocar
determinados síntomas en un individuo sano, puede eliminar los mismos síntomas
en un individuo enfermo, utilizada en dosis terapéuticas (que en homeopatía son
infinitesimales, y por lo tanto nunca tóxicas).
- 2. Experiencia en el Hombre Sano
Dicha
experimentación se realiza por medio de voluntarios sanos (Hahnemann fue el
primero de ellos) que ingieren una determinada sustancia a dosis tales como
para producir síntomas patológicos aunque no de gravedad. Los experimentadores
anotan dichos síntomas, a medida que van surgiendo, en un protocolo, el cual
fue diseñado por el mismo Hahnemann, y que hasta el día de hoy se mantiene,
siendo considerado como un modelo de método científico-experimental. El
procedimiento clínico homeopático consiste en encontrar una decuación “similar”
entre la información que brinda el paciente y los síntomas que produce la
sustancia. Al aplicar esta misma sustancia en dosis infinitesimales la
enfermedad desaparece.
- 3. Dosis mínimas o infinitesimales
El Dr.
Hahnemann experimentaba con gran cantidad de sustancias tóxicas a las cuales
sometía a un proceso de dilución cada vez mayor a fin de que la toxicidad sea
la menor posible. Llegado a un punto determinado de dilución, la sustancia deja
de serlo para convertirse en terapéutica, precisamente sobre aquellos síntomas
que produjo.
La
sustancia así diluida y sucusionada (agitada o sacudida), va dejando en el
vehículo (en general alcohol a 90º, una especie de huella energética o memoria
molecular, que constituye el “arquetipo curativo” de la misma.
Cuando esta
sustancia así tratada es ingerida por la persona enferma, producirá una
enfermedad en “miniatura”, semejante a aquella que aqueja al paciente, y esto
pondrá en marcha el proceso de curación (mediante la activación de la energía
vital).
- 4. Concepto de Enfermedad
Vamos a
detenernos un poco más en este último punto. Para Hahnemann, la enfermedad es
el resultado de una alteración de la Energía Vital. Esta alteración o
desequilibrio energético está condicionada constitucionalmente y puede
permanecer en estado latente por determinados períodos de tiempo, o por el
contrario hacerse manifiesta. En estos casos, el desequilibrio se expresará a
través de las patologías médicas conocidas.
El Doctor
Bach, antes de desarrollar el sistema que lo hiciera mundialmente famoso, se
especializó y utilizó la homeopatía por muchos años. La Terapia Floral comparte
con la homeopatía varios aspectos de estos mismos principios, aunque con sus
correspondientes adaptaciones.
- 5. Doctrina de las Signaturas.
Cada flor
tiene en su forma, color, hábitat donde se desarrolla y reacciones al medio las
señales que permiten comprender sus posibilidades terapéuticas.
- 6. Reacción ante la enfermedad o tipos de personalidad
Lo
importante no son para este sistema los síntomas físicos que una persona
presenta, sino la actitud o reacción frente a los mismos. Se estudia
profundamente la personalidad antes que el aspecto físico.
- 7. Dosis mínimas (en principio no mediante el método de dinamización).
El remedio
floral contiene sólo cantidades ínfimas de sustancia, y su preparación es más
un procedimiento alquímico que químico, donde se busca captar el patrón
energético de una flor en particular.
- 8. Concepto de Enfermedad.
La
enfermedad surge como resultado de un conflicto entre cuerpo, mente y espíritu,
y desaparece cuando estos aspectos vuelven a armonizarse.
La
homeopatía y la terapia floral comparten la búsqueda de una causa detrás de los
síntomas aparentes. Para estos sistemas, la patología no es algo a lo que se debe
combatir sino comprender para descubrir qué desequilibrio de la energía vital
las causa.
¿Qué son las esencias florales?
Las
esencias florales son preparados líquidos de plantas potenciados que trasmiten
el patrón energético de una flor específica. Expanden nuestra comprensión del
cuidado de la salud reconociendo la relación entre nuestras emociones y los
malestares físicos. Son muy efectivas y seguras en el uso, ya que no contienen
elementos químicos ni tóxicos en su composición, y su efecto es sutil,
modificando suavemente nuestros estados de conciencia.
Las
esencias florales no deben malinterpretarse como panaceas simplistas. Son
instrumentos precisos que pueden usarse como soporte de una amplia gama de
acciones tendientes al cuidado de la salud. Ejercen un mejor efecto cuando
forman parte de un programa integral de generación de salud que incluya
ejercicio, una dieta equilibrada, reducción de estrés, desarrollo interior y
cuidado médico apropiado.
Creadas en
los años ´30, las Flores de Bach produjeron una revolución en la forma de ver
la salud. Por primera vez desde la homeopatía, la mirada del terapeuta se
dirigía a las emociones, buscando una conexión entre los síntomas y la actitud
del paciente, en lugar de un tratamiento local específico.
Las Flores
de “Nueva Generación” (California, DEVA), desarrolladas en los años ´70, dieron
un paso más en la consolidación de la Terapia Floral, constituyendo un aporte
fundamental no sólo por la profundización y ampliación del pensamiento de
Edward Bach sino también porque este sistema posee una gran cantidad de
esencias cuyo espectro de acción es muy extenso. Por otra parte ha sido completamente
probada la eficacia terapéutica de cada una de ellas.
Estos
sistemas ofrecen un particular interés al homeópata ya que gran parte de sus
esencias están preparadas a partir de vegetales con los que se preparan
remedios homeopáticos siendo que en muchos casos los nombres de estos son los
mismos que los de las esencias, como por ejemplo Árnica, Aloe Vera, Caléndula.
La
combinación de remedios homeopáticos con la Terapia Floral ha dado resultados
excelentes en todos los casos probados, pudiendo decirse que cada combinación
homeopática floral constituye un remedio único. En este abordaje, lo ideal es
utilizar sólo el remedio floral homólogo al homeopático sin agregar ningún
otro. De este modo se optimizan los resultados terapéuticos.
Homeopatía y Terapia Floral
Qué esperar
de estas poderosas herramientas de salud. Existe un amplio espectro de
respuestas a la homeopatía y la terapia floral. Algunas personas perciben
resultados inmediatos, discernibles y muy notorios. Otras personas parecen no
advertir diferencia alguna, y pueden sólo percibir leves cambios en el bienestar
y los estados mentales y emocionales luego de un período muy largo. La mayor
parte de la gente, sin embargo, responde en general de un modo que se situaría
en el medio de ambos extremos.
También es
importante comprender que tanto los florales como los homeopáticos no son
drogas y tienen propiedades notoriamente diferentes a las de los fármacos
psicoactivos como son los tranquilizantes, antidepresivos, etc. Desde el punto
de vista de la medicina convencional, contienen sólo ínfimas cantidades de sustancia
física, por lo que no se consideran medicamentos. Son en realidad la impresión
energética que permanece en un medio acuoso o alcohólico, y al ser incorporadas
a nuestro sistema energético van modificando del interior de nuestro sistema al
exterior.
En realidad,
en estos sistemas de curación los remedios no actúan como un factor externo de
modificación de nuestra conducta, sino que más bien nos ayudan a evocar nuestra
libertad de hacer los cambios desde adentro, al traer a la conciencia las
figuras arquetípicas esenciales que se encuentran presentes en la psique.
Así,
permiten al individuo la posibilidad de responder de acuerdo a los ritmos y
necesidades internas de su energía vital. Por eso, su uso es tan seguro y al
mismo tiempo extraordinariamente eficaz.
PARA CONOCER Y RECONOCER
Similitudes y Diferencia entre Terapia Floral y
Homeopatía
1. TERAPIA
FLORAL: Básicamente utiliza flores en la preparación de los remedios
2. HOMEOPATIA:
Utiliza sustancias de origen mineral, animal y vegetal.
3. TERAPIA
FLORAL: La puerta de acceso a la curación de la energía vital es a partir de
comprender las emociones.
4. HOMEOPATIA:
Para comprender la energía vital accede por sus traducciones a nivel físico,
mental y emocional.
5. TERAPIA
FLORAL: Utiliza en principio un sólo tipo de preparación.
6. HOMEOPATIA:
Se presenta el remedio en muchas diluciones diferentes, que son empleadas según
el caso.
7. TERAPIA
FLORAL: Existe el concepto de FLOR CARACTEROLOGICA, que es el remedio floral
que se adecúa claramente a la personalidad, o remedio clave.
8. HOMEOPATIA:
Existe el concepto de REMEDIO UNICO, que representaría la desviación original
de la energía vital en determinado individuo, y también sería un remedio clave
en su tratamiento.
La acción
de los remedios Florales y los homeopáticos no es bioquímica, sino vibracional.
Algunos Ejemplos Prácticos Esencias Florales Vs. Homeopatía
·
Olive (Flores de Bach)
Para el
agotamiento, pérdida severa de la energía vital. Consumición por enfermedad,
vejez, esfuerzos prolongados y extenuantes, competencias, exámenes, crisis.
Postración física y psíquica e incapacidad para el más mínimo esfuerzo. Falta
de descanso.
Combina
bien con:
Nueva Generación: Aloe Vera, Árnica, Diente de
León
Flores de Bush: Banksia Robur, Macrocarpa
Homeopáticos: Arnica, Carbo Vegetabilis,
Argentum Nitricum
El síntoma
en común es el agotamiento, cansancio extremo, gran debilidad.
·
Larch (Flores de Bach)
Sentimiento
de impotencia, minusvalía e inferioridad. Desvalorización de sí mismo. Duda
respecto de la propia capacidad de realizar las cosas bien. Anticipación de los
hechos, ansiedad por esa causa. Anticipar mentalmente el fracaso en todo lo que
se hace. Sensación de ser menos que los demás. Impotencia sexual cuando las
causas son emocionales.
Combina
bien con:
Nueva
Generación: California Pitcher Plant: Para aumentar el vigor, Mountain Pride:
Mejora la confianza en sí mismo
Flores de
Bush: Crowea: Preocupación en forma anticipada, Turkey Bush: No confía en su creatividad
Remedios
Homeopáticos: Lycopodium, Calcárea Carbónica, Silicea, Sulphur
Cubren en
común los síntomas de Larch potenciando el efecto Flores de Nueva Generación
Vs. Homeopatía
También se
pueden usar los Florales combinados con Homeopáticos en una relación uno a uno,
para conformar un remedio nuevo que cubre una amplia gama de posibilidades
terapéuticas para la curación del alma.
·
Cayenne (DEVA) + Capsicum (Homeopático)
Esta combinación actúa en los estados de estancamiento
de la voluntad, en personas que llevan una vida rutinaria y para quienes la
lentitud es el patrón de sus conductas. La personalidad cae en un estado de
mbotamiento, pesadez, abandono y falta de iniciativa, con una voluntad muy
debilitada y tendencia a la melancolía.
·
Oregon Grape (Flores de California) + Berberis
Vulgaris (Homeopático)
Esta combinación es apropiada para el temor a ser
agredido, de una u otra manera. Las personas que sufren este estado se
encuentran siempre a la defensiva, esperando que alguien, en cualquier momento,
las agreda. Y aunque esto no suceda realmente, tienden a interpretar las
acciones y dichos de los demás, como referidos siempre a ellos mismos. Sus
percepciones están teñidas de suspicacia, sospecha y desconfianza.
Homeopatía Vs. Florales
Veamos
ahora un Modelo Práctico desde el punto de vista homeopático REMEDIO
HOMEOPATICO: Colocynthis 6 (gotas o glóbulos). Colocynthis es el remedio
indicado para los cólicos y calambres abdominales que obligan, por la
intensidad del dolor, a doblarse en dos. Ciertas neuralgias son también
contrarrestadas por este remedio, especialmente la supra orbitaria izquierda y
la ciática.
El motivo
psicológico de estos trastornos es la ira y la indignación reprimidas. La
personalidad Colocynthis es sumamente susceptible, se ofende fácilmente y monta
en cólera inmediatamente, todo lo toma a mal.
Relaciones
Florales
q Flores de Bach: Impatiens, Cherry Plum
q Flores de DEVA: Árnica
q Flores de Bush: Fringed Violet
ATENCION
LOS SI Y LOS NO DE LA HOMEOPATIA Y LA TERAPIA FLORAL
SI pueden
ser usados por todos, aunque siempre conviene consultar con alguien
especializado
SI actúan
elevando el tenor de salud, y resolviendo la causa de la enfermedad.
SI
incorporan al mapa de la salud los aspectos mentales, emocionales y
espirituales.
SI se
pueden usar en forma combinada.
NO trabajan
sobre los síntomas específicos en forma alopática.
NO tienen
contraindicaciones ni efectos colaterales.
NO son una
panacea que todo lo cura, sino que forman parte de un programa integral de
salud.
NO
reemplazan con su uso el cuidado médico apropiado.
Dosis mínimas o infinitesimales
El Dr.
Hahnemann experimentaba con gran cantidad de sustancias tóxicas a las cuales
sometía a un proceso de dilución cada vez mayor a fin de que la toxicidad sea
la menor posible. Llegado a un punto determinado de dilución, la sustancia deja
de serlo para convertirse en terapéutica, precisamente sobre aquellos síntomas
que produjo.
La
sustancia así diluida y sucusionada (agitada o sacudida), va dejando en el
vehículo (en general alcohol a 90º, una especie de huella energética o memoria
molecular, que constituye el “arquetipo curativo” de la misma.
Cuando esta
sustancia así tratada es ingerida por la persona enferma, producirá una
enfermedad en “miniatura”, semejante a aquella que aqueja al paciente, y esto
pondrá en marcha el proceso de curación (mediante la activación de la energía
vital).
Experiencia
en el Hombre Sano
Dicha
experimentación se realiza por medio de voluntarios sanos (Hahnemann fue el
primero de ellos) que ingieren una determinada sustancia a dosis tales como
para producir síntomas patológicos aunque no de gravedad. Los experimentadores
anotan dichos síntomas, a medida que van surgiendo, en un protocolo, el cual
fue diseñado por el mismo Hahnemann, y que hasta el día de hoy se mantiene,
siendo considerado como un modelo de método científico-experimental. El
procedimiento clínico homeopático consiste en encontrar una decuación “similar”
entre la información que brinda el paciente y los síntomas que produce la
sustancia. Al aplicar esta misma sustancia en dosis infinitesimales la
enfermedad desaparece.
La
homeopatía (del griego ὅμοιος homoios, ‘similar’ y πάθος pathos,
‘sufrimiento’) es un sistema de medicina alternativa, caracterizado por el uso
de remedios carentes de ingredientes químicamente activos y considerado una pseudociencia
al tener premisas sin ninguna base experimental ni científica, como la memoria
del agua. Fue desarrollada por el médico sajón Samuel Hahnemann (1755–1843) a principios del
siglo XIX. Tiene una amplia y creciente popularidad en las áreas en las que se
practica siendo financiada o cubierta por algunos sistemas de sanidad
pública o seguridad
social. Sin embargo, carece de pruebas empíricas sólidas y sus
fundamentos teóricos son contradictorios con lo establecido por el desarrollo
de la ciencia moderna, de manera que para la comunidad científica la homeopatía
es una pseudociencia, y pocas organizaciones
científicas le prestan credibilidad.
La
homeopatía surgió como una alternativa más benigna y moderada a la medicina
dominante de la época, basada aún en la teoría de los humores hipocrática,
que utilizaba la sangría y la purgación
como herramientas principales. Se basa en los principios de que lo semejante se
cura con lo semejante (similia similibus
curantur), y de dilución extrema. Los remedios homeopáticos se preparan diluyendo
progresivamente una sustancia y sacudiendo repetidas veces la disolución
(potenciación o dinamización); la dilución llega a alcanzar tal grado que no
queda ni una molécula de la sustancia original.
Los
resultados de la investigación y de la práctica homeopáticas se publican en
revistas específicas o de medicina alternativa, como Homeopathy, rara vez en
publicaciones médicas o científicas generales. La posición de la comunidad
homeópata es que esta práctica es efectiva en el tratamiento de una multitud de
patologías, que los resultados de los ensayos clínicos son complejos, y que la
metodología empleada por la ciencia actual para verificar la eficacia de las
terapias no se adapta a la especificidad de la homeopatía.
La posición
dominante en la literatura científica es que la homeopatía no ha sido capaz de
demostrar por medios objetivos una efectividad específica, es decir, mayor que
la del efecto placebo, y que ello no se puede atribuir a una incompatibilidad
con la metodología vigente, así como que es posible desarrollar métodos a la
vez válidos y que atiendan a cualquier posible especificidad de la práctica
homeopática. Las dos principales revistas homeopáticas, Homeopathy y Journal of Alternative and Complementary Medicine, han
publicado en 2008 las actas de un debate que resume las dos posiciones y los
puntos de oposición.
La teoría
de la homeopatía sostiene que los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en
una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma
sustancia tóxica, siguiendo el principio enunciado como similia similibus curantur (‘lo similar se cura con lo similar’)
El concepto
homeopático de enfermedad difiere del de la medicina convencional: considera
que la raíz del mal es espiritual (energético) en vez de física, y que el
malestar se manifiesta primero con síntomas emocionales (como ansiedad y
aversiones), pasando a ser, si no se tratan a tiempo, síntomas mentales,
conductuales y por último físicos. Como resume G. Weissmann, para
Hahnemann la enfermedad no es causada por ningún agente físico discreto, sino
por la falta de armonía con la «fuerza vital», así que se preguntaba «¿Ha visto alguien alguna
vez la materia de la gota o el veneno de la escrófula?» Unas décadas después de
la muerte de Hahnemann, Garrod demostró que el urato monosódico es «la materia
de la gota» y Koch que Mycobacterium tuberculosis es «el
veneno de la escrófula». Sin embargo para los homeópatas la
gota y la tuberculosis siguen teniendo su origen en un desequilibrio del
espíritu.
Remedios homeopáticos
La Materia
médica pura es un repertorio homeopático, un listado de síntomas asociados a
sustancias o remedios, utilizado para identificar el remedio más apropiado para
cada caso. Se redactó mediante ensayos homeopáticos, observando los síntomas
que una materia produce en uno o más voluntarios. Por ejemplo, el investigador
bebe una dosis tóxica de la sustancia y anota todos los síntomas físicos,
mentales, emocionales y de comportamiento que padece. La sustancia,
convenientemente preparada, será empleada en adelante para tratar esos mismos
síntomas.James Tyler Kent , que publicó su repertorio en 1905, recoge unos 700 remedios
diferentes. En la actualidad, se usan cerca de 3,000 remedios distintos en
homeopatía, de los cuales 150 se consideran de uso común.
La
preparación de los remedios homeopáticos, conocida como dinamización o
potenciación, consiste en una serie de diluciones seguidas de agitaciones, diez
fuertes sacudidas contra un cuerpo elástico tras cada proceso de dilución. Se
cree que la vigorosa agitación (“sucusión”) que sigue a cada dilución
transfiere parte de la esencia espiritual de la sustancia al agua. El factor de
dilución de cada etapa es tradicionalmente de 1:10 (potencia D o X) o de 1:100
(potencia C), aunque recientemente se han realizado potencias LM (factor de
dilución de 1:50.000 en cada etapa).
La elección
de la potencia prescrita depende de cuán asentada esté la enfermedad
diagnosticada, siendo 12 el punto de partida típico para males agudos, y 30
para males crónicos. El factor de dilución se considera mucho menos importante
que el número de diluciones sucesivas. Las potencias D son, por lo general, las
preferidas en Europa,
mientras que las C prevalecen en los Estados Unidos e India.
El proceso de dilución
La
homeopatía define la potencia de sus remedios de acuerdo al número de
diluciones: cuanto más diluidos estén, más potentes las considera. El proceso
de dilución se llama potenciación. La potencia es un número entero, de modo que
cuanto más alto sea el número, la dilución es mayor. 30X, por ejemplo, está más
diluido (por lo tanto, de acuerdo con la homeopatía, es más potente) que 10X.
Esto contrasta con los postulados básicos de la medicina convencional y la
bioquímica, que establecen que cuanto más ingrediente activo esté presente en un
medicamento más fuerte serán los efectos fisiológicos (positivos y negativos).
Algunos
defensores de la homeopatía creen que mientras las diluciones más bajas tienen
mayor efecto fisiológico, las diluciones más altas presentan mayores efectos en
el plano mental o emocional.
Una parte
de la controversia en torno a la homeopatía se centra en el mecanismo por el
que supuestamente actúan estas sustancias tan diluidas. Los críticos afirman
que el grado de dilución de las preparaciones homeopáticas es tal que
difícilmente pueden contener alguna cantidad de la sustancia diluida, esto es,
no hay moléculas de la sustancia «activa» en las diluciones más «potentes». Más
aún, puesto que el agua ha estado en contacto con millones de substancias
distintas a lo largo de su historia, un solo vaso de agua sería una dilución de
casi cualquier substancia concebible y entonces, de acuerdo a los principios
homeopáticos, serviría como tratamiento para casi cualquier enfermedad
imaginable. En este sentido el Consejo Australiano contra los Fraudes en la
Sanidad (Australian Council Against Health Fraud) lo expresó gráficamente:
Curiosamente,
el agua que se ofrece como tratamiento no recuerda las vejigas en que se guardó,
ni las sustancias químicas con cuyas moléculas estuvo en contacto, o los otros
contenidos de las alcantarillas en las que estuvo, o la radiación cósmica cuyas
ráfagas la atravesaron.
Singh, S., & Ernst, E. (2008). Trick or Treatment? Alternative Medicine
on Trial. Bantam Press, London.
Los
defensores de la homeopatía dicen que el mecanismo sería irrelevante, porque,
según ellos, funciona; citan el ejemplo de la aspirina,
que se había utilizado durante años sin saber cómo actuaba. Los críticos
responden que hay una diferencia fundamental primero, entre no entender el
mecanismo de una medicina probada, y no encontrar ningún mecanismo para un
preparado de eficacia no probada; y segundo, en prestar credibilidad a una
hipótesis que entra en profunda contradicción con el conocimiento bien
establecido sobre las leyes de la materia y de la vida.
Mientras
tanto, los estudios de eficacia no logran despejar la controversia, porque la
ausencia de efectividad comprobable suele ser achacada por algunos partidarios
a la supuesta inadecuación de los métodos de ensayo clínico, que atendería
casos únicos y no problemas parametrizables, el tipo que puede investigarse
científicamente. El fracaso es completo también en intentar proponer un
mecanismo de acción que concilie las afirmaciones de la homeopatía con los
conocimientos actuales de física, química y biología.
Como una
grabadora registra en una cinta la información musical, los medicamentos
homeopáticos almacenan su información en forma de energía, como método curativo
global responde a la búsqueda de muchos pacientes de un tratamiento que es
extensivo al cuerpo, al espíritu y a la mente.
Se procura
estimular globalmente el sistema inmunológico. La correcta elección del
medicamento adecuado depende más de una adecuada interpretación general de su
estado y del tipo de gravedad de su estado de ánimo, que los propios trastornos
orgánicos. Es una alternativa natural.
Fuente: http://interpreteenergetico.wordpress.com/2012/09/11/homeopatia-flores-bach/
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